La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aprendió rápido la lección: usar distractores para quitar de su nuevo gobierno las presiones sociales que acaban por aniquilar o bien, por disfrazar la política que no se ejecuta.
Y es que ante el conflicto que abrió el régimen de López Obrador con la reforma al Poder Judicial y que le heredó a Sheinbaum, ésta busca ya alguna forma de arreglo a la brevedad, porque aunque lo niegue, si permanecen en paro los trabajadores de la otra instancia, no se ve un futuro halagüeño al crispado ambiente que se respira en el país.
Para fortuna de la mandataria, vino la sentencia de 38 años de prisión otorgada a Genaro García Luna, -el policía más importante en la administración de Felipe Calderón- el miércoles pasado. La Jefa del Ejecutivo federal utilizó el fallo desde ayer, para distender un poco el denso ambiente que se ha creado en el Senado de la República.
Y en parafraseo a AMLO, quien a propósito de la pandemia de covid 19 mencionó que “le cayó como anillo al dedo”, así para la presidenta la sentencia fue un gran distractor ante el conflicto orquestado por López Obrador.
Sheinbaum aprovechó para acariciar al tabasqueño con la arremetida que le propinó a mansalva a Calderón Hinojosa, a quien lo menos que le dijo es que era un cínico por negar conocer la actuación y nexos de García Luna con el crimen organizado.
Empero, también por los desencuentros que se han registrado en las cámaras legislativas, la mandataria no esperó otro momento para responsabilizar al propio Calderón Hinojosa de todo el conflicto y las miles de masacres que se han registrado a partir de entonces en todos los rincones de la República.
Al igual que su mentor, Sheinbaum responsabilizó a Calderón de todo el mal que arrastran los morenistas desde que el panista le robó -según sus dichos- la presidencia al tabasqueño.
De verdad, con las mañaneras que permanecen como vocería oficial del gobierno federal para distraer la atención de los asuntos más importantes de la agenda nacional, ya se dejó en evidencia que la presidenta utilizará el mismo esquema que le funcionó a la perfección a su antecesor por 12 años.
Incluso en el mismo lugar donde el tabasqueño descalificaba, ofendía y vilipendiaba a todos los sectores de la población, y en especial a sus detractores, jueces y periodistas, a los que exhibió de manera oficiosa.
Sheinbaum lleva a cabo acciones casi idénticas que López Obrador con la crítica y la descalificación a flor de labios o la siembra de dudas.
Eso, a solo 18 días de su toma de protesta. ¿Así será su actitud hacia el conglomerado que no votó por su causa? El tiempo lo determinará. Ojalá nos alcance para observar ese desenlace. A cruzar los dedos.