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Seguridad, empleo, alimentos.. pero también techo

  • Columna de María Doris Hernández Ochoa
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  • María Doris Hernández Ochoa

Tamaulipas /

Todo ser humano en cualquier latitud del mundo tiene necesidades básicas, de acuerdo a la pirámide que diseñó el maestro Maslow respecto a la tendencia de una persona por llegar a la cúspide, en donde se encuentran las más refinadas formas de vida, que es igual a la autorrealización.

Una de las necesidades motoras para sobrevivir es el contar con alimentos, seguridad, pero también una casa u hogar en donde guarecerse ante la intemperie, las temperaturas y todo fenómeno natural ante el cual se expone la vida de no contar con lo que se llama genéricamente un techo protector de la vida familiar.

Por ello nuestras leyes protegen el derecho a contar o tener un techo protector.

Por ejemplo, el artículo 789 del Código Civil Federal prohíbe la apropiación de los bienes vacantes ya sea por abandono o sin dueño cierto; sin embargo, Observatorio Ciudadano reporta que solamente en la capital del país hay en promedio tres mil desalojos al año.

Ante la acción judicial, los desalojados protestan con pancartas que señalan "hay derecho a tener un techo", lo cual impulsa a la misma autoridad para buscar solución al problema de esos " sin techo", buscando terrenos o áreas en donde se declarara legalmente que no tienen dueño y proceder ante el Registro Público de la Propiedad.

En nuestra zona conurbada del sur de Tamaulipas, el fenómeno de la invasión, posesión o compra irregular de terrenos ha sido noticia, sobre todo cuando se conformó la colonia Solidaridad, Voluntad y Trabajo, conocida popularmente como "La Borreguera", según los habitantes, porque allí había ranchos con ganado lanar, los cuales al quedar de pronto sin un mando de autoridad administrativa, se aprovechó el vacío para ocupar predios mientras se regularizaba la propiedad.

Igual sucedió con otras amplias áreas conformadas por primitivos ranchos como en la colonia llamada Arenal, Tancol, la ahora llamada Del Bosque y otras.

Al no intervenir la autoridad reguladora de la propiedad, ha dado lugar a la violencia "a brazo partido" cuya combustión en la incertidumbre por no tener una vivienda y a la comisión de delitos los que en la capital se les han llamado "carteles inmobiliarios", al utilizar subterfugios legales deliberadamente mal interpretados para beneficio mercantil.

La llamada "mancha urbana" de nuestra zona provocará problemas por el desplazamiento de los habitantes que buscarán menores costos por tener casa y terreno.

Por ello es importante que los departamentos municipales como el de Desarrollo Urbano, vayan previendo el problema de la propiedad urbana, la lotificación y diseño de fraccionamientos y con ello se preserve la paz social y la calidad de vida, de una manera armónica y segura.

De lo contrario, se presentarán fieras luchas por ese derecho al techo.


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