En el diplomado de Historia Regional de la Laguna siguió el turno al maestro Javier Ramos Salas con el tema:
Génesis de Torreón como asentamiento urbano y de las poblaciones duranguenses de Lerdo y Gómez Palacio.
En el curso abordó a Torreón como ciudad arquetípica de la modernidad finisecular (nodo ferroviario, urbanización, sociedad multicultural, comercio, industria y servicios) y la región agrícola de la Comarca Lagunera. Javier Ramos es el autor del libro “Entre el esplendor y el ocaso lagunera. Ensayo sobre el desarrollo urbano de Torreón”.
Gracias al algodón la ciudad fue creciendo de manera exponencial se necesitaba mano de obra para sembrar y piscar por lo cual llegaron miles de trabajadores a La laguna, pero también comerciantes, directores de empresas, ingenieros especialistas en metalúrgica y fundiciones, para instalar la electricidad, para la construcción de presas y edificios.
Se necesitaban obreros para las incipientes empresas como la Esperanza, La Unión, la Constancia entre otras.
De pronto La Laguna se llenó de inmigrantes de otros estados como Zacatecas, Durango, Parras, Saltillo, del norte de Coahuila y Nuevo León, entre otros.
También vinieron de allende del mar inmigrantes de países como España, Francia, Italia, Alemania, Líbano, Palestina, Grecia, Holanda.
Cada uno de ellos, campesinos, obreros comerciantes, empresarios y más fueron los que construyeron La Laguna.
Andrés Eppen, director en La Laguna de la compañía Rapp and Sommer, y con anuencia de la empresa contrató a Federico Wulff para elaborar el trazo de la ciudad que le llamaron la colonia de la Estación.
La Hacienda del Torreón empezó a ser fraccionada de manera regular.
Otro de los temas que el maestro Ramos Salas trató fue la Junta de Mejoras y los asentamientos urbanos de colonias populares en donde se les rentaba un pedazo de tierra a los trabajadores que eran miles.
Y se empiezan a desarrollar colonias en la periferia del Trazo de Wulff de manera anárquica hasta que en los años veinte se empezó a regularizar esas colonias, sin embargo a través de los años empiezan las invasiones con los llamados paracaidistas.
Para los sesenta la política federal fue crear instancias para adquirir la propiedad a través de Infonavit y otras instituciones.
Un día después el arquitecto Jesús Armando Tovar Rendón a los estudiantes del diplomado nos llevó a un recorrido por Torreón para ver “in situ” nuestra ciudad.
Empezamos por el Cristo de las Noas en donde vimos la panorámica de la ciudad y su crecimiento. Nuestra segunda parada fue el Museo Casa del Cerro. La casa de Federico Wulff estaba construida en frente de la Estación del ferrocarril.
Segunda parada fue el Mercado Alianza y el Museo del Algodón donde se encuentra el segundo Torreón que le da el nombre a la ciudad, seguimos por el vado para ver los dos puentes:
uno de ferrocarril y el otro el de automóviles, para llegar a la compuerta del antiguo canal del Coyote y seguir al Centro Histórico, a el Banco de México en donde se encuentra el Museo de la Moneda, para pasar al edificio Monterrey, al Banco Chino hoy la parte de arriba está en comodato para el Museo Arocena y pertenece a la familia Russek. Pasamos al Casino de la Laguna, al Banco de La Laguna y al Hotel Galicia.
Nos queda claro que el Centro Histórico se tiene que restaurar a su antiguo esplendor.
El deterioro del mismo es de dar pena.
Saltillo y Durango han logrado que sus centros se mantengan limpios, bonitos, y han invertido en sus edificios y calles para ser restaurados.
Una buena política, ya que son el corazón de la ciudad.
Necesitamos hacer lo mismo con Torreón.