De árboles y migrantes

Ciudad de México /

¿Cuál es el límite político para la fantasía? A manera de evangelio se repite que la siembra de árboles contendrá flujos migratorios. El poder cree en sus engaños. Alguno le aplaude y el respaldo se usa para evitar lo real. Caravanas con prisa para llegar de Chiapas a la frontera norte son evidencia de fe.

Es demasiado alto el riesgo de apostar por la dificultad práctica en las amenazas de deportaciones masivas del siguiente gobierno norteamericano. La viabilidad de localizar, detener y luego echar a millones de personas no hace digeribles sus saldos.

En México, donde no interesa el mundo, leo pocas dudas sobre el futuro de Medio Oriente bajo la administración de Trump. De comunidades y diásporas medio orientales, registro curiosidad alrededor de la aparente tranquilidad oficial en México para su segundo mandato.

Provenientes de Siria y Líbano pertenecen al grupo de 17 países cuyos ciudadanos son elegibles para acceder al Estatus de Protección Temporal en Estados Unidos, designación que les permite vivir con cierta tranquilidad a no ser expulsados. Nacionales de El Salvador, Honduras, Venezuela y Nicaragua son susceptibles al beneficio. La condición para los mexicanos es más complicada. Pide reconocer que las condiciones en nuestro país hacen de este uno no seguro. Ya sabemos, es mejor imaginar que la parte incendiada del territorio no existe. El tiempo que le resta a Biden da un margen de maniobra sin señas de querer ser aprovechado.

Desde hace tiempo, el volumen de deportados a México incluye a un número considerable de no mexicanos. De 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, arriba de la mitad no nacieron aquí. ¿A cuántos se les podría otorgar el estatus de Protección Temporal?

Si entendiera la emergencia, a Palacio le interesaría una reducción de no nacionales expulsados en las deportaciones masivas. O, quizá, sea más relevante comunicar la pregunta sin respuesta a Biden sobre la captura de El Mayo.

La demagogia combina con el enaltecimiento de patrioteros ofendidos. Hay diplomacias que se ocupan de la realidad, otras tienen de destinatario los orgullos de partido.

La vida de millones redescubre otra vulnerabilidad. Acá, porque no representan ningún valor político.

  • Maruan Soto Antaki
  • Escritor mexicano. Autor de novelas y ensayos. Ha vivido en Nicaragua, España, Libia, Siria y México. Colabora con distintos medios mexicanos e internacionales donde trata temas relacionados con Medio Oriente, cultura, política, filosofía y religión.
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