México tiene una nueva oportunidad para avanzar en el fortalecimiento de nuestra región de América del Norte, en el marco de la investidura de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos y de la primera mujer vicepresidenta, Kamala Harris. Es un gran logro que, en medio de las complejidades políticas de ambos países, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sostenido una diplomacia de alto nivel y mantiene buenas relaciones con el gobierno entrante, con una nueva política exterior que se basa en que la soberanía de México debe permanecer intacta y que la cooperación debe darse siempre en un marco de respeto a los mexicanos.
A pesar de los augurios de la oposición que presagiaban un encontronazo con el gobierno de Donald Trump, el presidente López Obrador privilegió el diálogo y México salió adelante: la relación con el nuevo gobierno de Joe Biden no será la excepción. Como países vecinos, tenemos de frente grandes retos para el 2021: migración, el control coordinado de la pandemia, economía y sobre todo la implementación del renovado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El gran tema de trabajo común en esta nueva etapa debe centrarse en el asunto migratorio, un pendiente con rezago de décadas que hoy ve la luz al final del túnel. Es bien recibido por nuestro país que una de las primeras acciones de Joe Biden como presidente de Estados Unidos fue la de anunciar la detención de la construcción del muro fronterizo que da aire fresco a nuestra relación y que es una señal de amistad y muestra las ganas de avanzar juntos hacia el futuro. Otro gesto importante es el compromiso con los niños y jóvenes mexicanos a quienes se les ha ofrecido una solución para encontrar su camino a la ciudadanía.
Para este gobierno de México, es muy importante el bienestar de nuestros paisanos que viven en Estados Unidos, verdaderos héroes que durante la pandemia sostuvieron la economía mexicana. De acuerdo con el Banco de México, nuestros paisanos enviaron a nuestro país 19 mil 74 millones de dólares en el primer semestre de 2020, es decir, cuando más lo necesitamos, nuestros paisanos apoyaron mucho al país para enfrentar la crisis mundial por el coronavirus al mismo tiempo de la caída de los ingresos petroleros. Gracias a ellos salimos adelante y muchas familias mantuvieron un ingreso vital para que nuestra economía se recuperara hacia el segundo semestre de 2021, por eso tenemos mucha esperanza en que el nuevo gobierno demócrata de Estados Unidos encontrará la solución a la situación migratoria de millones de mexicanos que han buscado oportunidades emigrando hacia el norte.
Como senadora de la República por Quintana Roo confío en que el gobierno de Joe Biden signifique para mi estado una oportunidad de crecimiento y de cooperación para el desarrollo. Recordemos que en mi estado el 60% de los turistas que recibimos todos los años vienen de los Estados Unidos y son sus ciudadanos los que nos están ayudando a reactivarnos con fuerza en este inicio de 2021. Gracias a la actividad turística, Quintana Roo ha crecido a un ritmo de 4% anual sostenido en la última década y es la puerta de entrada de 1 de cada 3 dólares que llegan a México por concepto de divisas. Además, Quintana Roo cuenta con una comunidad importante de estadounidenses que han encontrado en nuestra riqueza natural y cultural un espacio para vivir y contribuir a nuestro crecimiento como estado.
La nueva oportunidad para relanzar nuestra relación con los Estados Unidos debe basarse en el reconocimiento de los intereses mutuos para que a ambos países les vaya mejor, dejando atrás las diferencias del pasado y enfocados en encontrar las coincidencias que hagan a nuestros países verdaderos socios y amigos para salir adelante.
*Senadora de la República