El pasado viernes estuve en el informe de la rectora de la BUAP, María Lilia Cedillo, quien de manera muy visual, rindió cuentas de lo realizado durante el tercer año de su gestión al frente de la máxima casa de estudios.
En su intervención hizo mucho énfasis en la rendición de cuentas, pero sobre todo en la transparencia, donde dijo no tuvo una sola observación ni de la Auditoría Superior de la Federación ni tampoco a nivel estatal.
También destacó el apoyo del gobernador Sergio Salomón Céspedes, de quien recibió todo el apoyo para la construcción de la CU2, donde darán cupo a más de 30 mil jóvenes, con lo cual suma una matrícula superior a los 121 estudiantes en todos los niveles.
Al evento protocolario también acudió el mandatario electo, Alejandro Armenta, de quien dijo es orgullosamente egresado de la BUAP, y seguramente recibirá el apoyo durante al año que resta de su periodo.
Aunque por obvias razones la doctora Cedillo no tocó el tema de su continuidad, casi al final de su mensaje un grupo de jóvenes que estaban a un lado de los directores y dueños de medios de información, comenzaron a gritar ¡reelección, reelección! a lo que pocos hicieron eco.
Está claro que ese grupo de oficiosos "queda bien" quisieron darle el toque al cierre del acto, pero tampoco suena descabellada esa posibilidad, dado los resultados de la rectora, y su trayectoria académica.
Los vientos en la BUAP soplan más en ese sentido, y pues desde su llegada, quedó atrás el lucimiento personal con ansias políticas, y por supuesto tiene aspiraciones legítimas de seguir otros cuatro años en el cargo.
En alguna ocasión tuve la oportunidad de conocer al secretario general, José Manuel Alonso Orozco, un universitario de carrera y con méritos suficientes para aspirar en un momento dado a la rectoría; sin embargo, parece que su proyecto puede esperar.
Aunque esa decisión es del Consejo Universitario y de los integrantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el ambiente que se respira en estos momentos parece ir en ese sentido.
La doctora Cedillo es una mujer íntegra que ha realizado un excelente papel en estos años, por lo que sería razonable su permanencia para seguir elevando el nivel de la Universidad, que según algunos estudios serios, está ubicada en el top ten a nivel nacional.