En las últimas horas, se ha desatado una confrontación (intercambio de verdades), entre el alcalde saliente Adán Domínguez y Pepe Chedraui, virtual edil poblano que asumirá el cargo el próximo 15 de octubre.
El punto de quiebre es el tema de deuda pública, y de un supuesto boquete financiero que de acuerdo con Chedraui es de 680 millones de pesos, mientras que el todavía edil poblano asegura es de 448 millones que están pendientes por pagar.
Domínguez Sánchez salió a desmentir que exista tal “hoyo”, en el municipio de Puebla, y señala que dejarán mil 400 millones de pesos a la siguiente administración. Sin embargo, la polémica se genera por las declaraciones de su propio tesorero Omar Coyopol.
Con todo respeto para el todavía alcalde, está metido en este problema por el fuego amigo de este personaje, que ante la opinión pública salió a decir que se habían autorizado un bono de salida, lo cual es muy poco ético en tiempos de crisis como los que vivimos.
En la conferencia de prensa Adán nos da una larga explicación pero como luego dicen..."explicación no pedida, culpabilidad manifiesta", o al menos así se interpreta porque más allá de todo, la ciudadanía ya está comentando este escabroso asunto en el que andan metidos.
La que también quiso entrar al pleito es la diputada federal Claudia Rivera, cuyo logro más presumido es no haber endeudado al municipio, aunque en política tampoco es del todo un acierto porque el dinero público se debe utilizar para beneficio de la comunidad.
Al menos eso quedo reflejado en las urnas cuando miles de poblanos tras dejar el cargo, votaron por la alianza PRI-PAN-PRD y eso permitió el regreso de la oposición durante tres años. En descargo habría que aclarar que Claudia tuvo en contra al gobernador Miguel Barbosa.
Por lo que respecta a Pepe Chedraui dio a conocer que hará una investigación a fondo sobre el estado que guardan las finanzas municipales, ya que todo este enredo le deja un pésimo sabor de boca e incluso se siente engañado.
La verdad tiene razón porque durante meses le vendieron la idea de que todo estaba en orden, y en unas horas eso se vino abajo por toda esa confusión que ellos mismos generaron. Entonces ¿del préstamo que andaban pidiendo ya mejor ni hablamos?