La promesa de que el sistema de salud mexicano se equipare al de Dinamarca pareció siempre una puntada del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que estamos a años luz de parecernos, porque los resultados están a la vista.
Algunos investigadores, como Eduardo Vázquez Garza, del TecSalud de Monterrey, aseguran que primero habría que iniciar una profunda discusión, inclusiva, respetuosa, fría y sobre todo “apartidista”.
Durante su participación en el foro convocado por el Centro Empresarial Mexicano, que preside Juan Carlos Pérez Góngora, el experto considera necesario comenzar una amplia discusión que permita sentar las bases para mejorar nuestro sistema de salud, porque de lo contrario, no se podría avanzar.
Dicho por los que saben, como Vázquez Garza, nuestro país requiere un modelo de integración entre especialistas de diversos sectores, para eventualmente generar propuestas emanadas del sector privado que puedan ser dirigidas tanto al Gobierno federal como a los estatales.
El especialista mexicano afirmó que urgen algunas acciones concretas para que México se acerque, aunque sea poquito, al modelo danés de salud, y una de ella es incrementar la inversión en investigación.
De igual manera, establecer políticas de equitatividad de accesos sobre terapias nuevas, como las terapias celulares para generar diagnósticos y tratamientos más eficientes.
En este mismo evento participó la doctora danesa Karin Dangaard, quien señaló las ventajas del monto de los impuestos que se cobran en su país, que en promedio son cercanos al 45 por ciento del PIB.
Aquí siempre andan buscando cómo evadirlos, y los de la 4T quieren regalar dinero en becas, en lugar de generar mayores recursos, por eso en Dinamarca la medicina privada es la segunda opción para la gente.
La recomendación de dejar fuera de la discusión a los partidos para mejorar el sistema a de salud suena imposible en nuestro país. Se requieren muchos factores para llegar a esos niveles de calidad.
Si en los hospitales públicos es cada día más difícil la situación por la falta de medicinas y la sobrepoblación de derechohabientes, se antoja imposible y hasta ilusorio elevar la calidad del servicio, ya no digamos llegarle a los daneses.