En Palacio Nacional están convencidos de que al proceso de implementación de la reforma judicial le falta orden y que los alardes de poder, como la aprobación en tiempo récord de la denominada minuta de supremacía constitucional, no contribuyen a la tranquilidad del sector privado y de la comunidad internacional.
Estos dos elementos son fundamentales para generar el crecimiento económico que impulse los ingresos del gobierno y, por ende, garantice la continuidad de los programas del Bienestar. Ante esta situación, se decidió involucrar directamente en el asunto al ministro en retiro Arturo Zaldívar.
La presidenta Claudia Sheinbaum lo incluyó la semana pasada en su lista de integrantes del Comité de Evaluación de los aspirantes a formar parte del sistema judicial, decisión que de inmediato detonó el rechazo de las fuerzas de oposición, pero ha sido bien recibida por un sector de abogados que encuentra que el perfil de Zaldívar contradice la versión de que la elección de jueces, magistrados y ministros se hará mediante un procedimiento “improvisado” y con escaso rigor en la selección de candidatos.
Según esos juristas, el argumento al que más recurren los detractores de la reforma es la supuesta desaparición de la carrera judicial, por lo que resulta incongruente que cuestionen la inclusión en el comité de un abogado que encabezó la Suprema Corte de Justicia a partir de esa misma carrera profesional. Zaldívar, en sus diversas manifestaciones públicas, ha expresado que la información curricular de los aspirantes debe ser prioritaria en la conformación de la nueva estructura del Poder Judicial, lejos de privilegiar únicamente las cartas de recomendación de los conocidos.
No resulta congruente, según los especialistas en derecho, criticar el tema de la reducción de requisitos en experiencia y trayectoria para ser ministro, para luego oponerse a que los aspirantes sean evaluados por alguien que ha alcanzado el punto más alto en la carrera judicial, independientemente de coincidencias ideológicas con el grupo gobernante.
Palabras clave
En este escenario enrarecido, la Presidenta de la República tuvo que enviar a su abogado de mayor confianza al Comité de Evaluación, acaso porque entiende lo que ciertos empoderados desbocados no entienden del proyecto que él diseñó.