Hoy México sigue confrontado, con una considerable parte de la sociedad que parecer haber adoptado la idea mil veces repetida por el ejecutivo, que la Reforma Judicial que se aprobó en el nuevo Congreso Federal y que obtuvo el aval de la mayoría de los congresos estatales es correcta y suficiente para mejorar la impartición de justicia; mientras otra parte advierte insuficiencia, distorsiones y riesgos, a los cuales se suman señalamientos de gremios especializados, analistas y organizaciones internacionales, que no encuentran disposición para escuchar y reencausar.
La peor manera en que pudo darse la necesaria transformación del Poder Judicial avanzó este domingo 15 de septiembre, cuando el Presidente promulgó la Reforma Constitucional, a pesar de que un juez en Colima otorgó el pasado 5 de septiembre una suspensión provisional para que la reforma judicial no se publicara antes del 11 de octubre y antes otras suspensiones ordenadas al legislativo se habían también menospreciado…
Así se está generando otra confrontación, pues además que el Ejecutivo Federal mostró que ha reunido al parecer un poder incontenible de facto aún en sus últimos días, ignorando la orden del juez al que no le reconocen ninguna autoridad para ordenar nada sobre este proceso legislativo y con la promulgación deben empezar a transcurrir los plazos la elección de los nuevos jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte; mientras la oposición a la reforma sostiene busca aun por todos los medios, contener los efectos, argumentando que el proceso estuvo viciado y más aún que se ha incurrido en desacato por parte del ejecutivo, a una orden judicial, además planean continuar tratando de generar presión social y llevar el asunto a tribunales internacionales. Todo esto en detrimento de la confianza y seguridad jurídica que nuestro país pueda proyectar. Multiplican las dudas.
¿De verdad esta reforma justifica la forma? ¿Aún podemos esperar que la futura presidenta quiera mediar? ¿Los representantes populares en algún momento recuperarán la inteligencia y responsabilidad que desplazaron por obediencia? ¿La “buena intención” de hoy justifica apoyar un posible riesgo futuro? ¿Si hubo desacato habría alguna consecuencia?
Provocaciones
#HúmedosDesafíos: En solo unos meses la crisis de sequia que enfrentaba el estado de México, donde la prioridad era asegurar la disponibilidad de agua para población y retrasar la llamada “hora cero” se convirtió en una crisis para enfrentar los riesgos provocados por la intensas lluvias en prácticamente todos los puntos cardinales de la entidad. Ojalá que el equipo de la Gobernadora muestre las capacidades necesarias para, no solo enfrentar la emergencia, sino atender de fondo contrastantes situaciones. Lo vivido por familias de Chalco, Tejupilco, Ecatepec, Coacalco, Jilotzingo y Naucalpan entre otros, no debería volver a repetirse, ni apostar a que el carisma de la mandataria sea paliativo en las desgracias.