El ser humano tiene una capacidad innata para preocuparse; desde el tiempo de las cavernas, la ansiedad por no saber si iba a comer o a ser comido por depredadores; hoy las preocupaciones prácticamente son instantáneas cada mañana y quizás antes de dormir; vienen a nuestra mente facturas por pagar, colegiaturas, la hipoteca y un largo etcétera.
La preocupación trascendental fue el tema del divulgador científico Lewis Thomas en su libro La medusa y el caracol, por el cual recibió el premio Pulitzer.
Ahí describe las diferentes formas de llegar a la preocupación trascendental; es sumamente sencillo, sólo cierre sus ojos, concéntrese en los problemas de pareja y en las múltiples facturas por pagar, usted poco a poco notará como se le va el sueño si está a punto de dormir, o bien notará como los músculos de su cara se contraen, el cuello se pone muy tenso hasta contraerse y reflejar dolor o en su caso la llamada tortícolis; si la preocupación trascendental avanza a un plano más profundo, usted puede alcanzar una migraña muy dolorosa, o convertir esta preocupación en colitis, gastritis; hay quien logra practicar la preocupación trascendental todos los días y sorprendentemente de manera continua; sus horas de insomnio son muchas, la presión arterial y frecuencia cardiaca se elevan y con mucha suerte llegará al infarto al corazón.
Hoy en día muchos creen que esta preocupación trascendental influye en el desarrollo del cáncer. Bioquímicamente también se pueden encontrar datos en sangre del grado de preocupación trascendental, por ejemplo, los niveles de cortisol y adrenalina o noradrenalina suben en sangre más allá de lo normal; son las famosas catecolaminas y hormonas del stress.
Lo sorprendente es como los humanos hemos llegado a dominar esta técnica de la preocupación trascendental; en contraste, pocos alcanzan o conocen la Meditación; no sabemos cómo meditar y relajar nuestra mente, nos cuesta bastante trabajo relajarnos; tanto así que requerimos un maestro de yoga y meditación.
Lo que sí es un hecho demostrado es que aquellas personas que saben meditar o mantenerse mas relajadas durante el día, desarrollan una mejor calidad de vida y sobreviven mas años.
En nuestras manos está elegir Preocupación o Meditación trascendental; usted qué prefiere?
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