Los indicadores indiscutibles sobre el balance de un sexenio son los del ingreso y el empleo. Para el caso del ingreso, según INEGI, los ingresos trimestrales promedio de los hogares, en términos reales, crecieron, como mínimo, en un 25 por ciento anual de 2018 a 2022 para el 10 por ciento de mayores ingresos de la población, y en un 34 por ciento anual para el tercer decil de ingresos de la población, es decir, para aquellos hogares que ganaron alrededor de 10,000 pesos mensuales por hogar. El decil más bajo, los de menores ingresos, vio sus ingresos incrementados anualmente en un promedio del 31 por ciento, y el resto de los deciles entre un 29 y un 34 por ciento. En comparativa, en el sexenio pasado el decil más alto y el más bajo de ingresos incrementaron sus ingresos anuales en un 17 por ciento real, y el resto de los deciles lo hizo en un 18 a 19 por ciento real. En general, el ingreso de todos los hogares gozó de una tasa de crecimiento anual en sus ingresos de entre un 50 a un 70 por ciento respecto a la tasa de crecimiento anual del sexenio anterior.
En lo que toca al empleo, el segundo trimestre del 2022 la población ocupada con respecto a la población de 15 años y más alcanzó un nivel no visto desde 2012, de un 58 por ciento, y continuó aumentando para llegar a 58.6 por ciento a mediados del 2024. Esto significa que mientras el sexenio pasado la población ocupada creció en 5 millones de empleos, durante este sexenio la economía pudo absorber a 6 millones, es decir, se crearon un millón de empleos más que el sexenio anterior.
La participación en la fuerza laboral de la mujer aumentó del 38 al 41 por ciento; mientras el sexenio pasado incorporaron a la fuerza laboral 1,800,000 mujeres, en este sexenio lo hicieron 3,400,000.
El empleo formal definido como aquel que tiene acceso a una institución de seguridad social cerró con el 57 por ciento, en comparación con el 55 por ciento el mismo periodo del 2018, esto es, durante este sexenio se incorporaron 4.6 millones de trabajadores, equivalente al 8 por ciento de la población ocupada total a junio del 2024.
Por su parte, la tasa de desocupación cerró con 2.7 por ciento, mientras que en el mismo periodo de 2018 fue de 3.3 por ciento.