Al fin se concretó la toma de protesta de Salvador Barajas del Toro como presidente de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), y como primer evento oficial, convocó a todo el sector femenil para reunirse en la ciudad de Morelia, Michoacán, en el “I Encuentro con la Mujer”, a celebrarse el 13 de diciembre.
No tengo la menor idea: si el mismo Salvador Barajas y sus asesores habían calculado el impacto y la aceptación generalizada de esta convocatoria, que de inmediato fue aceptada a todo lo largo y ancho de nuestro territorio nacional, con manifestaciones de aprobación que se reflejaron rápidamente a través de las redes sociales, dando por confirmada su participación y su presencia, situación que reafirma el descontento por el trato que se le dio a la dama de a caballo durante la administración pasada, traduciéndose en un acierto el reunir, unificar y reconocer la valía de la mujer en la charrería como deporte, además de darle el lugar que se merece en el aspecto administrativo, mostrando un paso adelante a lo que se venía gestando desde hace tiempo; pero ahora viene la segunda parte de este proceso electoral donde se eligió al presidente y a su Consejo Directivo, ya que para legitimar su nombramiento, ya está a la vista la elección para Presidentes de Uniones de Asociaciones Charras (PUA’s) de cada entidad de la República Mexicana, así como de los 18 estados de la Unión Americana, quienes estatutariamente deberán ser votados durante la primer quincena de febrero del próximo año.
Para este proceso se debe lanzar la convocatoria correspondiente avalada por el presidente nacional y por el Secretario General de la FMCH, documento que contendrá fecha, hora y lugar de la asamblea, estipulando fecha límite para registrar las planillas de cada estado, basadas en el padrón electoral que emite la misma Federación.
Esta elección para PUA’s es de vital importancia, porque cada uno de ellos son elegidos para representar a su estado, y con ello, guardar el orden estatutario, pero sobre todo, fomentar a este deporte y representarlo dignamente, siendo gente comprometida con la charrería, respetando sus principios históricos, deportivos y sociales, porque desafortunadamente, durante los últimos cuatro años, los PUA’s, con sus honrosas excepciones, solo sirvieron para asistir a las asambleas nacionales a levantarla mano para aprobar caprichos y puntadas, pero después de amargas experiencias, vienen nuevos representantes quienes tienen la oportunidad de honrar su palabra y su juramento con quienes lo nombraron para representar a su Estado.
Ciudad de México cuenta con dos precandidatos, Jalil Dullac y Darío Flores; en Jalisco también existen dos, Gustavo Sánchez Barba y Nacho López; en Veracruz solamente se sabe de José Luis Gordillo Fernández y en Tlaxcala Víctor López, todos ya están trabajando en sus precampañas de proselitismo para ser representantes de sus respectivas entidades.
Por lo que se ve y se oye, en la Unión Americana se cuenta con dos precandidatos para la Coordinación Nacional de los 18 estados que la conforman, Juan Luis Quesada, actual PUA de California y Jaime Jiménez, PUA de Texas.
Estos temas los seguiremos tratando por la importancia que tienen en el desarrollo de la charrería para guardar su historia y sus tradiciones.