Se están cumpliendo los primeros 100 días de Salvador Barajas del Toro como presidente de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH) en su periodo 2024 – 2028, donde, según el informe oficial, se está trabajando ampliamente en cada una de las diferentes categorías y sectores, tanto de México como de la Unión Americana, desde Charros Mayores, hasta Categoría Libre, Escaramuzas y Categoría Infantil, incluyendo a los jueces, que ya asistieron al “Primer Seminario Nacional”, con la firme intención de revisar y adecuar el “Reglamento General de Competencias”, que según dicen, garantizará un desempeño más justo y seguro.
Desde luego estos cambios incluye a la mujer de a caballo, ya que por primera vez en la historia, se llevó a cabo un proceso democrático en el que, a través de sus capitanas, las escaramuzas eligieron a su coordinadora nacional; sin embargo, según la opinión de gente que ha practicado la charrería por muchos años, comenta en redes sociales y en grupos de WhatsApp, que urge la revisión completa de los estatutos de esta Federación, así como del reglamento deportivo, ya que ambos son completamente obsoletos, esto con el único fin de que las competencias deportivas se ajusten a los nuevos tiempos, ya que el poderío económico de los escuadrones de alto rendimiento o “AAA” es el que mandan, y bajo las condiciones actuales, siempre serán los mismos que participarán en los grandes eventos, utilizando la estructura de la Federación, dejando en segundo plano a la categoría “AA” o tradicional, que son el 80 o 90% de toda la charrería federada, y según se sabe, los últimos cambios al reglamento deportivo solo son en beneficio y a favor de l0s equipos “AAA”.
Sería muy lamentable si todo esto fuera cierto, ya que desafortunadamente aseguran que la charrería de hoy tiene dueños con nombres y apellidos, siendo la prueba reina la propuesta de Pepe Aguilar, quien propone una liga de charrería que les de dinero a ganar, contándose en estos equipos charros profesionales, situación que propiciará que los verdaderos charros se vuelvan solo espectadores, porque ser charro profesional es ser objeto de una comercialización inédita, donde se está perdiendo la esencia del único deporte que nació en México.
Asimismo, otra inquietud muy generalizada que se maneja a través de esos mismos grupos en forma constante y casi casi permanente, es que aún no hay noticia alguna sobre el resultado de la auditoría externa de la administración de José Antonio Salcedo López, y que ahora, en los 100 días de la gestión de Salvador Barajas del Toro, lo que no se ha dejado de cuestionar, de criticar y de reprobar abierta y constantemente, es la ausente información y resultados de la auditoría externa, ya que es imposible y poco creíble, que Barajas del Toro haya recibido a esta Federación a ciegas, sin saber en qué condiciones y compromisos la recibía, o como dicen “a no ser que su lealtad sea con la anterior administración que tanto daño hizo a esta Federación, porque afirman, que a pesar de todas estas anomalías, todo seguirá igual, aunque les den gato por liebre como sucedió en San Luis Potosí 2024, donde permitieron que se acondicionara un campo de beisbol como lienzo charro, ¿y todo a cambio de que o porque? y ahora, en este nuevo cuatrienio de Salvador Barajas, se deben crear nuevas condiciones para las 2 categorías de charros, las escaramuzas y las categorías infantiles, incluyendo a cada uno de los artesanos y comerciantes que deben tener la garantía de respeto y funcionalidad en los eventos oficiales.