El Sexenio que rompió el Bipartidismo en Jalisco

Ciudad de México /

La llegada de Enrique Alfaro a la gubernatura marcó un parteaguas en Jalisco. Después de décadas de dominio priísta, seguido por años de gobiernos panistas que, en muchos casos, abusaron del poder y agotaron las arcas públicas, el hartazgo se volvió palpable. Alfaro simbolizaba una alternativa fresca, una vía para que los ciudadanos rompieran con el bipartidismo que parecía inquebrantable.

El éxito de Alfaro no fue casualidad; se construyó sobre una estrategia electoral bien diseñada y disruptiva y una campaña que, a través de videos creativos y mensajes directos, logró conectar con la gente. Movimiento Ciudadano, un partido joven, logró abrirse camino hasta el gobierno del estado, alimentado por la esperanza de quienes ansiaban ver un cambio en la manera de hacer política en Jalisco.

En su sexenio, se lograron avances tangibles en áreas clave: infraestructura, educación y generación de empleos formales, posicionando a Jalisco como una locomotora económica en el país. Sin embargo, Alfaro también tuvo roces constantes con la prensa, un sector que nunca terminó de entender del todo ni de acercar a su proyecto.

En materia de seguridad, aunque las cifras oficiales indican una disminución de los índices de violencia, la percepción popular no coincide del todo. Muchos ciudadanos sienten que el crimen organizado ha ganado terreno, un fenómeno que no solo aqueja a Jalisco, sino a todo el país.

La personalidad de Alfaro, firme y a veces confrontativa, le permitió sacar adelante proyectos esenciales, como el hospital de Cancerología, que beneficiará a innumerables familias. Pero esa misma forma de ser también tuvo su costo, y su popularidad se fue desgastando con el tiempo.

Aun así, Alfaro cierra su ciclo con más logros que fallas, respaldado por un equipo político fuerte y bien organizado. Se va con la promesa de retirarse a otra de sus grandes pasiones: el fútbol, y no oculta su deseo de dirigir algún día a las Chivas del Guadalajara, el equipo de sus amores. Aunque se despide de la política, no cierra del todo la puerta, dejando abierta la posibilidad de regresar en el futuro.


  • Rubén Iñiguez
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.