Al existir una oportunidad sin precedentes de coordinación entre tres gobernadoras y una Presidenta de izquierda, inició en el centro del país la probabilidad de contención de inseguridad y de promoción de paz para una población ansiosa de la profundización de buenos resultados como los conseguidos en CdMx durante la gestión de Claudia Sheinbaum y ahora mantenidos por su sucesora, Clara Brugada.
Morelos y Estado de México son una muestra del desafío de la seguridad de toda la nación.
Las dificultades derivadas de orografía, fragilidad numérica policial, incipiente nivel de concertación asociado a curva de aprendizaje o a diversidad de visiones y persistencia de grupos delictivos de esas entidades y sus complejas colindancias, con todo, son condiciones relevantes, pero no suficientes para impedir el empuje de quienes encabezan la oportunidad histórica de concertación de un gobierno local y federal liderado por mujeres con capacidades y experiencia política.
¿Qué impactará más: la experiencia y logros de CdMx sobre el país y el mantenimiento y profundización de esa experiencia o las nuevas capacidades de liderazgo y concertación provenientes del mandato de Sheinbaum? Idealmente, las potencialidades de las entidades y la nación deben confluir.
Casos como Sinaloa o Guanajuato, para citar un binomio de partido predominante y de la oposición, encontrarán futuro en el camino de la paz en la medida de esa confluencia y de asumir, con decisión, hasta dónde debe empujarse la frontera de la zona de confort de la delincuencia más perniciosamente organizada, la cual muchas veces se alimenta de diversas debilidades de la comunidad y de la geopolítica de distribución de las reglas de oferta y demanda de drogas prohibidas y negocios criminales adyacentes.
Brugada, Margarita González y Delfina Gómez comparten la intención de consolidar la principal fuerza policial operativa y de inteligencia, en coordinación con la estrategia desplegada desde el gobierno federal por la presidenta Sheinbaum y por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Enjambre es evidencia del propósito de ampliar las fronteras de la seguridad en la Zona Metropolitana del Valle de México, reducir los márgenes de operación delincuencial y de la colusión de autoridades de cualquier nivel. La estrategia de Brugada en una dirección semejante, aunque de procedencia capitalina, esto es local, tiene a su disposición imaginación política, el mayor número de policías, calidad de colaboración y el mayor número de cámaras de videovigilancia de cualquier capital nacional del subcontinente.
La perniciosa doble actividad carente de toda legalidad y ética del servicio público y al servicio del crimen debe terminarse. La reorientación e intensificación de esfuerzos de coordinación investigativa, territorial, digital y de inteligencia institucional y ciudadana, ayudará. Sin comunidad no hay seguridad.