México es un país con una gran riqueza cultural gracias a los pueblos originarios cuya existencia aún no se le ha dado la importancia dentro de los planes estratégicos de los partidos políticos, pese a que los gobiernos federal, estatal y municipal, han reconocido el derecho político de los grupos indígenas como los derechos de los pueblos y comunidades indígenas.
Desde esa misma perspectiva, ha sido establecido un marco general para el desarrollo de órganos de representación de las comunidades indígenas, reconociéndoles la autonomía a sus municipios para poder así aplicar los usos y costumbres, el acceso a la tenencia de la tierra, disfrutar de los recursos naturales de sus comunidades, aunado a impulsar su representación y participación en la política pública.
Por ello, el pensamiento y el discurso político del movimiento indígena gira alrededor de conservar el avance con estos logros, reforzar la interculturalidad, fortalecer la unidad a la diversidad, ejercer la democracia participativa, un plan de desarrollo nacional que incluya el derecho indígena y la construcción de una Secretaría que atienda asuntos del pueblo originario para establecer la pertenencia y el arraigo de los indígenas en el país junto a los otros sectores sociales, rearticular el sistema democrático y romper totalmente con las prácticas de exclusiones por los grupos hegemónicos de poder y sus partidos políticos.
Todo este avance de asistencia para obtener la protección constitucional de tener el derecho de participación política, ha significado la igualdad de derecho entre todos los sectores sociales, lo que implica democratizar las relaciones de poder desde las instancias municipales, estatales y federales.
En suma, el movimiento de los pueblos originarios ya ha logrado su objetivo, aunque la clase política que está conformada por un grupo minúsculo, continúa frenando cualquier progreso al respecto en el escenario político, al no acatar lo que la ley está decretado sobre el derecho humano y la protección a los pueblos originarios; de manera particular, al no tener en cuenta la importancia de construir una secretaría de asuntos indígenas para evitar cualquier obstáculo que impida dar cumplimiento a esta ley.