Quizá esté así porque es más común ver cajas de cartón o bolsas de plástico que maletas de marcas de lujo. Quizá esté así porque muchos de los que podrían hacer algo por mejorar las instalaciones del lugar, hace tiempo que no viajan en autobús.
Tampoco muchos de los que podrían levantar la voz lo hacen; o no han sido escuchados o no han querido insistir en el tema.
Quizá esté así porque tanta inestabilidad política en la capital, acumulada a lo largo de tantos años, acabó con la ciudad.
Te recibe una fachada descuidada que, para no desentonar, cuenta con una vía de ascenso y descenso rápido completamente destruida.
La división con los taxis está hecha de piedras; hay tramos con enormes baches y, en época de lluvia, un lodo que obliga a muchas de las personas, principalmente de la tercera edad, a ensuciar su equipaje y sus zapatos.
En las puertas de acceso, decenas de fotos de personas desaparecidas, decenas de fotos que llevan en cada impresión la esperanza de sus familias por un día volverlos a ver.
Adentro, el lugar está oscuro. Deben quedar un par de negocios. Pero el sitio se percibe triste e inseguro. Los baños, se los pueden imaginar perfectamente.
En el área de llegadas y salidas, el único espacio que ofrece condiciones de espera dignas es el de la empresa Transpaís.
Tierra por todos lados, pocos asientos y muchos de ellos mal ubicados, árboles caídos… Así está la Central de Autobuses de Victoria, capital del estado.
Es diciembre, mes de gran movilidad, y el espacio luce inmenso para lo que parece que realmente se necesita; habría que ver los datos.
Pero lo cierto es que es totalmente inadmisible que las instalaciones del medio de transporte masivo más importante para conectar la capital con otras ciudades y municipios rurales ofrezcan estas condiciones.
Es verdaderamente lamentable que muchos de los votantes tengan que viajar así, mientras muchos de los votados y sus cercanos se niegan a reconocer esta realidad.
Entiendo que en los municipios y estados hay más necesidades que presupuesto, pero esta no puede ser la manera de tratar a la gente ni la imagen que proyecte nuestra capital.
Hago un llamado, respetuoso pero urgente, a todas las autoridades para que tomen acciones y aseguren que nunca más volvamos a ver un punto tan importante para tantas personas y familias tamaulipecas en estas condiciones.
Ojalá se resuelva pronto.