‘La perla Tapatía’

  • Crónica
  • Susana Iglesias

Ciudad de México /

Hace más de 400 años nos quitaron los ríos, el asfalto sepultó el agua. En 1929 el río Consulado alimentaba la ciudad. Me bajé en el metro Consulado, representado con un ícono de ondas de agua. Se siente extraño imaginar que antes en la zona el medio de transporte eran trajineras. Venían llenas de mercancía desde Santa Anita, bordeaban hasta los confines de la ciudad. Corría agua por todas partes. El Río Consulado llegaba hasta lo que ahora conocemos como las colonias Cuauhtémoc, Renacimiento, Anzures; dicen que en 1942 el estado del Río Consulado era penoso, su caudal limpio se volvió insalubre, así que decidieron entubarlo en 1944. Entre el Metro Consulado y el Metro Bondojito, cuya representación es una nopalera porque la palabra Bondojito significa: nopal, existe un corredor mercantil y gastronómico precioso, vivo, alegre. Cerca de Bondojito está la colonia Faja de Oro, que debe su nombre a un buque mexicano llamado así que hundieron los alemanes en mayo del 42. No fue el primer buque que nos hundieron, el primero fue el Potrero del Llano, nuestro país surtía de petróleo a Estados Unidos, era gobernado por Ávila Camacho que cuando hundieron al Potrero se reunió con el Congreso de la Unión para pedir reparación del daño, como respuesta los nazis atacaron con un submarino al segundo buque: Faja de Oro, nuestro presidente anuncia el fin de la neutralidad de México en la Segunda Guerra Mundial, declara la guerra a las potencias del Eje. México es tan noble que recibió a refugiados alemanes años más tarde. Recuerdo la profunda ignorancia de una chica de provincia que se afincó cerca de la Meche, era de Jalisco, no conocía bien la ciudad, menospreciaba esta zona diciendo que era horrible, ella vivía en una calle llena de ratas y basura. Me parece que jamás entró a La Perla de Jalisco, divinidad hecha local que nos extiende sus brazos de majestuosa birria y tortillas hechas a mano que nacen de un comal ardiente. El local más grande está en Congreso de la Unión 5127, se extiende hasta un pequeño local que fue el primero, dos locales antes del grande.

Birria de chivo, la sirven en dos modalidades: olla y tatemada. Se puede pedir en plato o por taco. Si pides taco te regalan consomé. La salsa especial de vinagre es una receta secreta familiar que te deja bufando deliciosamente. También venden pozole, sopes, quesadillas de queso de rancho, agua de jamaica. La atención es rápida, abren diario. Jalisco es la cuna de la birria. Cocula y La Barca se disputan su nacimiento. El propietario es originario de Concepción de Buenos Aires, Jalisco, empezó en San Camilito, después fundó a principios de los noventa estos locales. Chile ancho, cascabel, guajillo, ajo, comino, pimienta, clavo y canela se mezclan mágicamente para darnos un caldo de brutal sabor. Hay fila, los rafaguean los crudos sin piedad los fines de semana, si llegas tarde no alcanzas. Sales de aquí con el corazón contento. Pobres colonias que no tienen una perla así… 

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