Los médicos jóvenes en México estámos profundamente motivados por las conexiones personales que establecen con sus pacientes. En el corazón de sus valores se encuentra el deseo genuino de ayudar y sanar; esta vocación se refleja en que casi tres cuartas partes de los nuevos profesionales indican que su motivación inicial para seguir una carrera en medicina fue contribuir al bienestar de otros y mejorar los resultados de salud. Contrasta notablemente con lo que no los motiva: el dinero y el prestigio. Este sentido de altruismo es una constante que guía sus pasos desde el inicio de su formación.
Sin embargo, enfrentan desafíos significativos que obstaculizan su capacidad para brindar atención de calidad. La carga administrativa se presenta como una barrera importante; el 45% de los médicos jóvenes considera que es uno de los principales impedimentos para ofrecer atención efectiva hacia 2035. Estas tareas burocráticas interfieren con su deseo de desarrollar conexiones significativas con los pacientes, conexiones que no solo impulsan su motivación personal sino que también conducen a mejores resultados en salud.
En México, este problema se agrava por las particularidades del sistema de salud; la fragmentación de los servicios y la multiplicidad de instituciones generan duplicidad de procesos y trámites, aumentando la carga administrativa sobre los médicos.
Además, la falta de integración tecnológica en muchos centros de salud obliga a los profesionales a dedicar tiempo valioso a tareas que podrían ser automatizadas o simplificadas. Esta situación no solo afecta la eficiencia del sistema sino que también disminuye la satisfacción laboral y aumenta el riesgo de agotamiento profesional. La expectativa sobre cómo la inteligencia artificial (IA) transformará la práctica médica es otro aspecto relevante. Dos tercios de los médicos jóvenes en México predicen que la integración de la IA en el campo médico cambiará la forma en que interactúan con los pacientes. Anticipamos que para 2035, el 32% de los diagnósticos y el 31% de las decisiones terapéuticas serán asistidas por IA, en contraste con un escaso 8% del tiempo dedicado a utilizar IA para interactuar directamente con los pacientes.