El sentir de 250 mil personas que habitan la antes Villa de Juana Cecilia hace más de un siglo, hoy convertida en el municipio de Ciudad Madero, fue de una terrible decepción por lo acontecido desde el 2018 a la fecha, al dar su voto de confianza al proyecto del actual ayuntamiento.
La situación parecía hace seis años cargada, como se dijo en el eslogan oficial, de “esperanza”. A muchos, entre ellos militantes panistas como los Morado, Agustín de la Huerta y demás, les molestaba el entonces presidente municipal Andrés Zorrilla, calificado de muchísimos adjetivos negativos.
Esto y la mala operación de Gerardo Peña, encargado de la estructura azul, aunado a la ola AMLO, evitaron su referéndum y se dio la alternancia con Adrián Oseguera Kernion.
El gran problema fue la agenda. Muchas calles sin pavimentar, avenidas en pésimo estado, falta de alumbrado público, problemas en la recolección de basura y principalmente una imagen urbana arcaica, cuando los vecinos de Tampico y Altamira recompusieron el embellecimiento visual.
Pero lo importante era un kiosco, medio poner asfalto a ciertas vialidades y hasta ahí.
Aunado, se notaba una regulada actividad como administración, pero pasó la elección de gobernador en el 2022 y literalmente se desplomó.
Las razones políticas ya fueron planteadas, pero a los ciudadanos les preocupan los problemas de servicios básicos, mientras Tim Hortons, Dairy Queen, Carl’s Jr., entre otras franquicias, además de los hoteles, restaurantes de gran nivel, farmacias y demás, miraban a otro lado.
De todo lo malo, para la mayoría de los habitantes existe una buena noticia: ya se van.
La misión de componer esa imagen de la “colonia más grande de Tampico” le toca a Erasmo González Robledo. El ex diputado federal lo tiene claro, por algo ya cuenta con el plan enfocado en modelizar parques públicos y mejorar las condiciones físicas de corredores urbanos.
No solo eso, también el plasmarse un verdadero desarrollo económico. Para esto, la encomienda estará a cargo de una mujer, actualmente dentro de una de las organizaciones privadas de mayor crecimiento en la zona sur del estado.
En resumen, Ciudad Madero tiene una lucha a contrarreloj contra el retraso de los últimos tiempos y debe empezar, con inmediatez, desde el 1 de octubre.