En el seno familiar, no hay duda alguna que por ese instinto protector la mujer siempre tiene un papel relevante. Lo hemos visto en nuestras abuelas, madres, hermanas, esposas e incluso hijas o primas pues, en ocasiones muy extremas, hasta por encima de su propia vida, entrega todo con tal de procurar el bienestar de un ser querido, en este caso padres, hermanos, esposos o hijos.
Suele ser un asunto natural del cual México, una nación que en pleno siglo XXI suele predominar (dicho por las ultra feministas) el patriarcado, tiene un arraigo muy consolidado.
A veces con cierta injusticia por su valoración, pero cada fémina está detrás de un varón, toma el papel de bastión incondicional, atiende los aspectos no propios de un hombre y, a pesar de las diferencias, ellas están ahí.
Bajo esta premisa, el país les abrió políticamente espacios tan requeridos. Como todo, hay personajes importantes y otras no tanto, aunque por encima de quién es más capaz (hablamos de su contribución a la nación, es decir, su desempeño como funcionaria o legisladora) esta sociedad avanza al grado de verlas en puestos clave.
En estos años donde mujeres ocupan posiciones grandes, desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Poder Judicial de la Federación y el Instituto Nacional Electoral, la consecuencia definitiva vendrá este martes con la entrega de la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo, la primera jefa del Ejecutivo federal en 214 años como país libre y soberano.
En otros estados también sucederá el mismo caso. Son 13 seguras entre ellas las electas este año, Carla Brugada en la CdMx, Rocío Nahle en Veracruz, Margarita González en Morelos y Libia García Muñoz en Guanajuato.
También pasa en Tamaulipas con dos ciudades importantes y de alto presupuesto, Carmen Lilia Canturosas en Nuevo Laredo y Mónica Villarreal Anaya en Tampico.
Mucho se hablará de las influencias, ayudas y acuerdos políticos a su alrededor, pero si algo se apela para tener gobiernos eficaces, sin importar el color o ideología, es el cuidado que por su sexo le dan a cada cosa.
Eso necesita el país, sentirse protegido y, en confianza, salir a ganarle al mundo.
Llegó la hora de las mujeres gobernando a 130 millones de habitantes. De ellas dependerá qué tan histórico puede ser este hecho.