Hace dos años compartí la columna “Alerta: mujeres al volante”, donde resalté el enorme valor y potencial de las mujeres en distintos ámbitos de la sociedad. En aquel entonces, la demanda de operadoras de camiones de carga surgía como una gran oportunidad laboral.
La International Road Transport Union (IRU) calculaba que, en 2021, México tenía un déficit de 54 mil conductores, y para 2022, se preveía un aumento de hasta un 32 por ciento, alcanzando un faltante global del 40 por ciento.
En una industria dominada históricamente por hombres, esta carencia de operadores abría una ventana para las mujeres.
La respuesta no tardó en llegar. Scania, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), la Asociación de Mujeres Operadoras (AMO) y el Cecati de Tijuana lanzaron un proyecto de capacitación para mujeres interesadas en este sector. Para 2021, apenas un 2.4% de los conductores de vehículos pesados en México eran mujeres.
La mayoría de ellas, como en otros sectores productivos, eran madres solteras o viudas que, con disposición y coraje, enfrentaban cada reto para salir adelante.
Hoy, 24 meses después, esta historia ha evolucionado. En días recientes, un grupo de 17 mujeres de Altamira concluyó su formación como operadoras de carga pesada en el Cecati 200.
Son las primeras mujeres en el sur de Tamaulipas en capacitarse bajo el programa “Mujeres 4x4”, impulsado por el Instituto de las Mujeres en la entidad. Este programa no solo les brinda las habilidades para manejar un tractocamión, sino que también busca empoderarlas y abrirles las puertas a empleos rentables y bien remunerados.
Para Luz María Orduña Cruz, una de las egresadas y sus compañeras, ocupar un lugar en el mundo de los tractocamiones, históricamente reservado para hombres, era un logro que iba más allá de lo laboral; era una victoria personal y colectiva.
Estas mujeres tamaulipecas están listas para debutar en el sector de quinta rueda y sumarse a la fuerza laboral en un momento crítico, donde la Canacar estima un faltante de ocho mil operadores solo en Tamaulipas.
Con cada kilómetro que recorran, llevarán consigo no solo la carga de su trabajo, sino también el peso de una lucha silenciosa y persistente por la igualdad de oportunidades.
Hoy, al ver a estas mujeres al volante, queda claro que pueden conquistar cualquier camino que decidan recorrer.