Rosario Piedra Ibarra tuvo un pésimo desempeño los pasados cinco años al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al grado que ha sido la peor etapa de dicha institución en su historia, periodo en donde muchas personas y organizaciones se quedaron sin acompañamiento de la CNDH, por ello, no es casual que haya sido la peor evaluada en el proceso de renovación de la persona titular de dicha Comisión, para el periodo 2024-2029.
Pero a pesar de su fatal desempeño, sus nulos resultados, la desastrosa evaluación y el que haya usado cartas de aval apócrifas, la híper mayoría de MORENA la renovó en el cargo por otros 5 años, dando muestra de una tremenda cerrazón para escuchar puntos de vista diversos a los suyos.
Nadie le niega a MORENA la capacidad de designar a la persona titular de la CNDH, si tiene los votos, el problema es que había buenos perfiles, con cercanía a MORENA, como la Presidenta la de Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández, que ha realizado un buen trabajo, que tiene cercanía con la Presidenta y que podía sacar del bache a la CNDH, pero no, pesó más el capricho de Sheinbaum, en el mejor de los casos o de López Obrador, en el peor, dejando en un cajón la sensatez política.
El problema es que instituciones que estaban pensadas para servir a los ciudadanos como protección ante el poder, ahora han sido colonizadas por el propio poder y lo peor del caso es que ni siquiera ponen al frente a personas capaces, sino a personajes como Rosario Piedra, que no se esfuerzan siquiera en simular independencia o iniciativa, sino que están ahí llenando un lugar, en detrimento de los derechos de los ciudadanos y cuidando las espaldas a las autoridades, que ahora tienen un cheque en blanco para realizar atropellos y los únicos medios de defensa de los ciudadanos son los tribunales internacionales, que no pueden tomar todos los casos y tardan años en resolver.
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