Serie de MAX sobre Ayotzinapa revela cómo Guerreros Unidos llevaba droga en autobuses a EU

Un agente de la DEA reveló la red de tráfico de droga que había entre Iguala y Chicago, al mando de Guerreros Unidos.

Los estudiantes de Ayotzinapa viajaban en cinco autobuses cuando fueron secuestrados (Diseño: Rafael Mejía).
México /

A lo largo de los años, el caso Ayotzinapa ha desprendido diversas líneas de investigación para responder preguntas esenciales como: ¿Qué fue lo que pasó la noche del 26 de septiembre de 2014?; ¿Quiénes se llevaron a los 43 normalistas?; pero la más importante de todas: ¿Por qué?

En la serie-documental de MAX, Los 43 de Ayotzinapa: un crimen de Estado, retoma la teoría de los investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que se desprende luego de que se revelara la existencia de un quinto camión, del cual autoridades federales obligaron a bajar a 14 estudiantes que sobrevivieron esa misma noche.

Cabe recordar que, los investigadores del GIEI llegaron a la hipótesis de que los normalistas se subieron a autobuses que presuntamente transportaban un cargamento de heroína sin saberlo

“Yo estaba en el otro autobús, el que no lo mencionan (...) ¿Por qué no lo mencionan?”, dice Enrique García sobreviviente de Ayotzinapa. Aquí te decimos la importancia del quinto camión en las investigación de la desaparición de los 43 normalistas. 

¿Qué sabemos del quinto camión del caso Ayotzinapa?

En el informe de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), la cual estaba bajo en control de Jesús Murillo Karan, se hace mención de que los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos viajaban a bordo de cuatro camiones. 

Sin embargo, los investigadores del GIEI supieron de la existencia de un quinto autobús; del cual un sobreviviente presentó su declaración de los hechos la mañana del 27 de septiembre del 2014. 

La cual coincide con el testimonio que MAX presentó en su tercer capitulo de la serie: 

“Cerca del puente el Chipotle, que está a un costado del Palacio de Justicia, había muchas patrullas. Al lado del puente (como a 200 metros) había uno de los autobuses que nosotros llevamos (...) Llegó una patrulla con dos policías, los policías eran federales de camino; nosotros nos identificamos como normalistas de Ayotzinapa, entonces ellos nos apuntaron con armas largas y nos amenazan con que si no nos bajábamos del autobús nos iban a matar (…) El compañero Bresco nos dice que hay que dejar el autobús, pero cuando caminamos hacia atrás y estábamos a una cierta distancia de los policías nos echamos a correr; sin embargo, nos empezaron a disparar aunque afortunadamente no le dieron a ninguno (...) Una señora sale de su casa y nos abre sus puertas, si no es por ella nos hubieran matado, explica el sobreviviente. 

Además, el normalista Enrique García explicó que momentos antes de llegar al punto en donde fueron interceptados por presuntos policías federales, el chofer del quinto camión hizo una llamada con su esposa para pedirle que le entregaran dinero y ropa. 

Minutos después, una motocicleta alcanzó al autobús y le entregó un sobre con aparente dinero

Cabe mencionar que, la PGR explicó que omitió esta información, ya que supuestamente los estudiantes habían abandonado este quinto camión luego de que presentara fallas mecánicas. 

​Tráfico de heroína de Iguala a Chicago

Según investigadores del caso Ayotzinapa, en 2014, el estado de Guerrero era la entidad con mayor producción de amapola, una flor roja que crece entre los sembradíos y los termina infectando, pero que tiene la propiedad de ser un calmante natural con el que se fabrica la heroína.

Ante esto, el grupo de investigadores del GIEI descubrió que en el municipio de Iguala, Guerrero, había una célula criminal, identificada como Guerreros Unidos, quienes modificaban autobuses para esconder los cargamentos de heroína; y así poder cruzar la frontera hacia Estados Unidos y distribuir la droga principalmente en Chicago y sus alrededores.

En la serie de MAX, los investigadores de Argentina que intervinieron en el caso Ayotzinapa descubrieron a través de una búsqueda por Google un artículo, de un medio de comunicación estadunidense, que hacía referencia a Guerreros Unidos y su influencia en el tráfico de heroína a Chicago.

“Aunque Guerreros Unidos no eran tan conocidos como El Chapo (y otras células criminales), este grupo, de un pueblo muy pequeño en Guerrero, manejaba toneladas de heroína por la frontera con Estados Unidos (…) Guerrero Unidos logró trasladar más de 2 toneladas de heroína al año en Chicago y sus alrededores”, aseguró Kate Doyle, analista e investigadora de derechos humanos, relacionada a casos de seguridad nacional

De esta manera, los investigadores del GIEI aseguraron que los normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Iguala, se subieron, sin saber, a autobuses que tenían un cargamento de heroína y que eran utilizados para el tráfico de drogas, relacionados con Guerreros Unidos.

Por su parte, en esa época, el principal enemigo de Guerreros Unidos era una célula criminal conocida como Los Rojos que operaba en la sierra de Chilpancingo y que según las autoridades mexicanas, que estuvieron a cargo de la investigación de la desaparición de los normalistas, los responsables del asesinato de los 43 habrían confundido a los estudiantes con miembros de esta organización.

“Guerreros Unidos confunde a alguno de los estudiantes con los integrantes del cártel contrario de Los Rojos”, aseguró Tomás Zerón, quien era el titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR) en 2014.

Sin embargo, con el tiempo se ha comprobado que en los camiones no viajaba nadie de esa organización criminal, incluso, fuentes cercanas de la periodista de investigación Anabel Hernández le confirmaron que en los camiones no había miembros de Los Rojos.

Integrante de Guerreros Unidos 

¿Dónde escondían la heroína en los autobuses?

Otra de las grandes incógnitas del caso Ayotzinapa es saber por qué las autoridades mexicanas indicaron, en un inicio, que habían sido sólo cuatro los autobuses en los que viajaban los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, cuando en realidad habían sido cinco.

En el documental de Los 43 normalistas, se presentan los testimonio de algunos de los sobrevivientes de la noche del 26 de septiembre de 2014 que iban en ese quinto camión, y cómo es que a raíz de que se supo que había otro autobús, las líneas de investigación comenzaron a abrirse al tráfico de drogas hacia Chicago.

Como es sabido, el caso Ayotzinapa acaparó la atención del mundo entero, incluyendo a Estados Unidos, sobre todo de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), quienes meses antes de la desaparición de los normalistas ya habían descubierto a la organización de Guerreros Unidos.

De esta manera, el agente especial de la DEA, Dennis Wichen, explicó para MAX que uno de sus hombres de mayor confianza había detenido a una persona en posesión de una gran cantidad de dinero en efectivo y que gracias a este sospechoso lograron rastrear un inmueble en el que se almacenaba heroína en Chicago, ligado con Guerreros Unidos.

“Ese acusado nos dio los antecedentes sobre Guerreros Unidos antes de que supiéramos que GU, en Chicago, era una organización emergente que creció tras el golpe a Los Beltrán Leyva”, explicó el agente de la DEA.

Por lo que una vez que las autoridades estadunidenses tuvieron conocimiento del quinto camión ligado al caso Ayotzinapa, quisieron saber la forma en la que Guerreros Unidos transportaba la droga hacia Chicago sin que nadie se diera cuenta; pero, el propio agente Dennis Wichen aseguró que luego de desarmar un autobús ‘clavo por clavo’ no encontraron el lugar en el que se escondía el cargamento.

Sin embargo, tiempo después la DEA logró capturar al dueño del taller mecánico de Iguala en el que se modificaban los autobuses para el tráfico de drogas; lo que permitió saber que la heroína se almacenaba en tubos que iban escondidos en los parachoques de los camiones, explicó la investigadora Kate Doyle.

“La droga (llegaba a Chicago) en todo tipo de vehículos; lo que en el lenguaje de la DEA llamamos compartimentos ocultos, los cuales, a veces, es posible que tengas que tocar el freno, presionar el limpiaparabrisas o sacar el encendedor para que se abra el compartimento”, indicó el agente de la DEA.
La heroína estaba escondida en el parachoque de los autobuses. |Diseño: Rafa Mejía

Por otra parte, un elemento de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos aseguró que Guerreros Unidos era una organización sumamente peligrosa que además de traficar grandes cantidades de droga, usaban la violencia para hacer dinero.

¿Qué pasaban los viernes en Chicago?

Una de las curiosidades que reveló el investigador de la DEA, Dennis Wichen, para la serie de MAX, es que su departamento descubrió que Guerreros Unidos usaba autobuses comerciales para traficar heroína a Chicago, los cuales salían todos los viernes de la terminal de Iguala. 

Situación que de ser cierta, reforzaría la teoría del GIEI, ya que el día en que desaparecieron los normalistas fue el viernes 26 de septiembre de 2014. 

"Ellos usaron (los normalistas) los autobuses comerciales que salían todos los viernes a Chicago cargados con heroína; los 43 estudiantes que desaparecieron el viernes 26 de septiembre de 2014 (...) La investigación da para una conclusión lógica: tomaron un autobús de Guerreros Unidos cargado con heroína y eso causó sus muertes", dijo el investigador de la DEA. 

RM

  • Rafael Mejía Fernández de Lara
  • Hoy editor de noticias, algún día presentador de TV. La vida me puso en la sección de policía, pero yo decidí entre ser el periodista bueno o malo. Fan de los deportes

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