Con el ofrecimiento de emprender en Estados Unidos y una visa, el ex candidato a la gubernatura de Querétaro por el partido Fuerza por México, Juan Carlos Martínez Cecias Rodríguez, presuntamente defraudó al menos a 120 inversionistas mexicanos con cerca de 30 millones de dólares.
Martínez Cecias Rodríguez, dueño de “Rhino Pro”, la mayor firma de productos de revestimiento de poliuretano en Estados Unidos, fue arrestado en Houston el pasado 6 de diciembre, tras ser acusado de cargos de fraude electrónico, así como de alentar e introducir la migración ilegal para beneficio privado.
Apenas en mayo pasado, durante su campaña proselitista, Juan Carlos Martínez afirmaba que tenía la experiencia y la capacidad para proyectar a Querétaro en el mercado global, y atraer mayor inversión norteamericana.
“Cuento con experiencia comercial para hacer negocios en todo el mundo, eso es lo que necesita Querétaro, gente con potencial, con la capacidad para impulsar al estado en el exterior"
“Ya he tenido reuniones con inversionistas, con empresas extranjeras del ramo de la innovación, están interesados en Querétaro por sus condiciones geográficas y por su potencial”, declaró.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el empresario utilizó su firma “Rhino Pro”, para crear un esquema de fraude.
Juan Carlos Martínez ofrecía un modelo de negocio para que los inversionistas extranjeros, principalmente mexicanos, tuvieran la oportunidad de invertir en territorio estadunidense, con la posibilidad de obtener una visa E-2 de inversionista.
El Departamento de Seguridad Nacional norteamericano señala que este tipo de visa permite a un extranjero de un país, con el cual Estados Unidos tenga un tratado comercial, ser admitido, cuando invierte una cantidad sustancial de capital, en una empresa estadunidense.
Empleados y familiares dependientes del inversionista, también pueden adquirir este visado, el cual es por tiempo indefinido.
Esquema de Rhino Pro TM
Esta empresa brinda servicios de aplicación de recubrimiento en las bateas de camionetas pick-up a domicilio, mediante un sistema de cartuchos especializado.
Para asociarse, el inversionista tenía que formar su propia compañía y de esta forma operar una o más vans.
El costo de inversión era de 175 mil dólares por territorio, aunque podían adquirir más de uno. Además, "Rhino Pro" sugería un capital de operación adicional de 20 mil dólares.
Posteriormente, se debía tramitar la visa E-2, para permanecer en Estados Unidos. La empresa garantizaba el 100 por ciento de las utilidades de la operación para los inversionistas.
Una vez que se hacía la inversión, Rhino Pro otorgaba los derechos de operación de ruta de una de las licencias móviles de la compañía, así como una camioneta equipada con cabina y todo el equipo necesario para prestar los servicios.
Investigación y detención
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer que, según documentos judiciales, Juan Carlos Martínez es el propietario de Mobile Coatings Management (MCM) y copropietario y presidente de Uberwurx, haciendo negocios como RhinoPro.
“Martínez se comercializó a sí mismo y a Uberwurx como un mecanismo para que los inversionistas obtengan visas E-2 para ingresar legalmente a los Estados Unidos.
Martínez trabajó con Karina Hernández para comercializar y vender la franquicia Uberwurx a inversionistas nacionales mexicanos, pero no logró hacer muchos pagos garantizados a los inversionistas. La compañía de Martínez, MCM, administró las franquicias de Uberwurx en lugar de que los inversores lo hicieran en violación de los requisitos de visa E-2. Martínez instruyó a los inversionistas a omitir de sus solicitudes de visa E-2 el hecho de que MCM administró las franquicias”, detalló el Departamento de Justicia.
Le dependencia estadunidense precisó que, si Martínez y su socia Karina Hernández son declarados culpables, enfrentarán una de pena de 20 años de prisión por cada uno de los cargos de fraude electrónico y hasta 10 años de prisión por inmigración ilegal alentadora.
Ejemplo para mexicanos en EU
Diversos medios de información en Estados Unidos, destacaron el éxito del empresario queretano en el vecino país, al que llegó con 23 años de edad.
Apenas en noviembre de este año, "Mundo hispano" publicó una entrevista de él, a la que tituló "Mexicano trajo sus sueños a Estados Unidos y hoy es líder en productos químicos".
Juan Carlos Martínez aconsejaba a sus compatriotas sobre cómo conseguir el éxito en territorio norteamericano.
“Los hispanos representan mucho, representan una clase que viene a trabajar adelante, no a que les den sino a dar a este país. Son una clase que viene con fuerza de sobresalir, no esperar a que le den. Y para aquellos a quienes les guía la idea de concretar sus sueños, cualesquiera que sean, tiene un consejo: Cualquiera que sea tu meta, hay que llegar con la idea clara de lo que quieres hacer, a donde quieres llegar, porque las oportunidades existen”, destacó
En otra entrevista con "El Venezolano Houston" el queretano relató brevemente su experiencia para alentar a otros inversionistas a seguir su ejemplo.
“Vi una oportunidad en la industria del recubrimiento cuando entré al mercado estadunidense. Cuatro elementos fueron importantes para alcanzar el éxito: mi familia, el trabajo duro, la perseverancia y el enfoque”, señaló.
Juan Carlos Martínez tiene 51 años, nació en Querétaro y estudió Mercadotecnia. Fue enviado por su padre a Estados Unidos en 1995, con el fin de hacer negocios promoviendo una línea de fabricación de productos químicos automotrices.
Su socia Karina Hernández fue arrestada en abril de este año, al ser acusada de formar parte de un esquema piramidal de defraudación, mediante una cadena de restaurantes llamada “Las Quesadillas”.
Según el FBI, Juan Enrique Kramer, su esposa Adriana Pastor, así como sus cómplices Noé Olguín y Karina Hernández, ofrecieron a inversionistas mexicanos ser dueños de franquicias en Texas de esta cadena de comida.
Cobraron entre 250 y 105 mil dólares a cada inversionista, a cambio de facilitarles los trámites para abrir los establecimientos lo antes posible.
A sus clientes les prometieron encontrar y alquilar una ubicación adecuada, obtener todos los permisos, asistirles en el proceso migratorio para obtener visas y manejar todos los asuntos legales de la inversión.
Sin embargo, tomaron los fondos de los compradores para beneficio personal o para realizar pagos parciales a clientes anteriores que exigían la devolución de su dinero, según las investigaciones.
ledz