Farmacéuticas: la otra cara de la crisis de opioides en Estados Unidos

Autoridades estadunidenses han sancionado a grandes empresas que incursionaron en la producción y venta de peligrosos fármacos que generaron una de las peores crisis de salud pública de su historia.

Farmacéuticas: la otra cara de la crisis de opioides en Estados Unidos
Anel Tello
Ciudad de México /

En octubre de 2017, el ex presidente de Estados Unidos Donald J. Trump firmó una orden ejecutiva en donde declaró la crisis de opiáceos como una emergencia nacional de salud. Desde entonces y hasta la actualidad, autoridades del país vecino han desplegado múltiples acciones para intentar mitigar los estragos que los potentes y peligrosos fármacos han dejado a su paso en distintas comunidades.

De acuerdo con la Comisión de Revisión Económica y Seguridad de Estados Unidos-China, cantidades en masa de fentanilo están siendo producidas en el titán asiático para posteriormente ser llevadas ilegalmente al país de las barras y las estrellas. Además, identificaron a diversas empresas que se han encargado de enviar desde el otro lado del mundo los precursores químicos necesarios para su fabricación, contribuyendo así al aumento de la crisis.

Dicho factor se suma al amplio historial de tensiones que Estados Unidos y China han mantenido a lo largo de su historia, no obstante, no solo el fentanilo y no solo China son factores determinantes para analizar y comprender la crisis de salud pública que continúa cobrando miles de vidas en territorio estadunidense.

Los precedentes del desastre

La distribución sencilla de opioides ha generado una crisis de salud pública en Estados Unidos. (AP)

El Departamento de Justicia y la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) han encabezado investigaciones para conocer las entrañas de las principales redes de producción y tráfico de opioides sintéticos, en especial del fentanilo.

A través de múltiples comunicados, ambas instituciones señalaron al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México como dos de las organizaciones delictivas que se han encargado de traficar el potente y mortal fármaco.

Información de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) apuntan a que entre 1999 y 2019, casi medio millón de estadunidenses murieron a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide, ya sea ilegal o recetado por un médico.

Los datos no solo reflejan la gravedad del asunto y la urgencia que tiene Estados Unidos por controlar el tráfico de los opioides sino que exponen que la crisis se originó incluso antes del ascenso de grandes organizaciones delictivas como el Cártel de Sinaloa o el CJNG.

Diversas investigaciones de la agencia antinarcóticos estadunidense dan cuenta de que, si bien la organización delictiva fundada por El Chapo Guzmán incursionó en la producción y tráfico de drogas sintéticas como las metanfetaminas, su principal negocio tuvo sus bases en la marihuana, la cocaína y la heroína.

Mientras el Cártel de Sinaloa traficaba narcóticos de origen vegetal, desde las entrañas de Estados Unidos comenzaba a gestarse una operación que décadas más tarde terminaría por cambiar la dinámica del mercado internacional de las drogas, la cual fue impulsada por un discreto enemigo: las farmacéuticas.

El ‘remedio’ para el dolor

El analgésico OxyContin desató la crisis de los opioides en Estados Unidos. (Reuters)

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos define a los opioides como una clase de drogas que se encuentran de forma natural en la planta de amapola o adormidera. No obstante, también pueden ser creados en laboratorios de forma artificial.

"Con frecuencia los opioides se usan como medicamento porque contienen sustancias químicas relajan el cuerpo y pueden aliviar el dolor. Los opioides recetados se emplean mayormente en el tratamiento de dolores moderados o intensos", se lee en un artículo del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.

Los opioides tienen la capacidad de hacer que una persona se sienta muy relajada y eufórica, motivo por el cual ha aumentado su consumo sin que exista una necesidad médica. Del mismo modo, las sustancias que contienen pueden ser muy adictivas, un factor de riesgo que grandes farmacéuticas sabían desde que comenzaron a fabricarlos y distribuirlos en el mercado.

Una de las principales empresas involucradas en la producción y desvío de opioides en Estados Unidos fue Purdue Pharma LP la cual, de acuerdo con información del Departamento de Justicia, desde mayo de 2007 y hasta al menos marzo de 2017 comercializó sus productos a más de 100 proveedores de atención médica "a quienes la compañía tenía buenas razones para creer que estaban desviando opioides y reportando información engañosa a la DEA para aumentar las cuotas de fabricación".

La millonaria farmacéutica fundada por la familia Sackler puso en marcha una intensa campaña de marketing para promocionar un medicamento conocido como Oxycontin u Oxicodona, un analgésico más potente que la morfina cuyos efectos adversos a corto plazo contemplan alivio de dolor, somnolencia, náuseas, estreñimiento, euforia, confusión, respiración lenta y muerte.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Purdue Pharma LP de sobornar a un grupo de médicos para que recetaran su “fármaco estrella”, sin embargo, el potente opioide también fue distribuido de forma ilegal con recetas apócrifas.

“La conspiración también implicó ayudar e instigar violaciones de la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos al facilitar la dispensación de sus productos opioides, incluido Oxycontin, sin un propósito médico legítimo y, por lo tanto, sin recetas legales.”, se lee en un comunicado del Departamento de Justicia.

Las acciones implican que la empresa fundada por la familia Sackler obtuvo millonarias ganancias a costa de la producción y distribución de un fármaco que generó problemas de adicción entre sus usuarios y, en los peores casos, la muerte.

Con el paso de los años, víctimas y familiares de los afectados comenzaron a demandar a Purdue Pharma LP, lo que orilló a autoridades estadunidenses a comenzar a investigar la meticulosa operación de la farmacéutica y, de este modo, intentar resarcir los daños.

Los grupos criminales mexicanos comercializarían estas píldoras falsas al hacerlas pasar por oxicodona u otro tipo de medicinas. (DEA)

En noviembre de 2020, la farmacéutica se declaró culpable en un tribunal federal de Newark, Nueva Jersey por conspiración con doble objeto para defraudar a los Estados Unidos -al impedir la función legal de la DEA-, violar la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos así como conspiración para violar el Estatuto Federal Antisobornos.

Pese a dicha resolución y las sanciones aplicadas a la millonaria compañía, las consecuencias de su operación se extendieron no sólo a otras farmacéuticas que la replicaron sino también a la misma delincuencia organizada.

Innegablemente, la demanda de los opioides comenzó a aumentar entre aquellas personas que generaron una dependencia o adicción a los fármacos y en donde el gobierno de Estados Unidos vio una crisis de salud pública, cárteles de la droga vieron una oportunidad de negocio.

Investigaciones de la DEA narran que los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán iniciaron con la producción de fentanilo en 2014 | Especial

Actualmente la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa ha sido señalada por el Departamento de Justicia de encabezar lo que consideraron como la red de tráfico de fentanilo más grande y prolífica del mundo, motivo por el cual algunos de los hijos de El Chapo Guzmán encabezan la lista de fugitivos más buscados.

Paulatinamente, la justicia estadunidense mantiene abiertos procesos judiciales por delitos similares a los de Purdue Pharma LP en contra de otras grandes farmacéuticas entre las que destacan Mallinckrodt, Insys Therapeutics,Amerisourcebergen, Cardinal Health, Mckesson Corp, entre otras.

La colaboración entre México, Estados Unidos y China para combatir la crisis de opioides

Joe Biden y Xi Jinping se reúnen en San Francisco para la cumbre de APEC| Reuters

La diplomacia y colaboración entre países se ha convertido en una herramienta importante para el combate a la crisis de opioides que enfrenta actualmente Estados Unidos.

Por ello, en distintos eventos internacionales el tráfico de drogas o de precursores químicos se ha consolidado como uno de los problemas a atender en conjunto, especialmente entre el país que gobierna Joe Biden, México y China.

Recientemente, los presidentes de las tres naciones sostuvieron encuentros en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrado en San Francisco.

AMLO plantea a Xi Jinping intercambiar información sobre embarques con precursores químicos

Mientras Joe Biden acordó con el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, controlar las salidas de precursores químicos utilizados para fabricar las drogas, el mandatario estadunidense afirmó que a México le corresponde reforzar sus aduanas y hacer valer la ley.

Adicionalmente, Estados Unidos solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno investigar a las empresas involucradas en el suministro de químicos, así como las extensiones de sus redes financieras.

Cada mandatario, desde su trinchera, se comprometió a desplegar las labores posibles para frenar la crisis de salud pública que los opioides han generado en Estados Unidos pero que, sin dudarlo, implica una fuerte amenaza para cualquier otra sociedad del mundo.

ATJ


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