Los militares, cargados con sus armas y pertrechos, tuvieron que caminar 36 horas ininterrumpidas, desde el sitio donde el camino era intransitable hasta la zona de desastre en La Crucecita, Oaxaca, tras el sismo de 7.1 grados de junio de 2020. No hubo descanso, las víctimas esperaban la ayuda.
Este es un ejemplo de la vocación de servicio que hay en quienes participan en el Plan DNIII-E. Estrategia de apoyo a la población mexicana que cumple 54 años.
“La tarea nace en forma natural, es una vocación del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos de ser solidarios con la población, la solidaridad es algo innato a los mexicanos”, dice el coronel Manuel Guevara, responsable de la Subsecretaría de Protección Civil de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El video más antiguo sobre esta tarea corresponde a 1955, cuando se apoyó al estado de Tamaulipas tras el huracán Janet. Eso sucedió casi 10 años antes de que la Sedena elaborara el Plan con los lineamientos y se convirtiera en un instrumento técnico operativo que hoy conocemos. Este documento se presentó oficialmente el 17 de junio de 1966.
Fue el 10 de octubre de ese año que se aplicó oficialmente el apoyo a la población civil, en el norte de Veracruz y el sur de Tamaulipas durante el paso del huracán Inés.
Entre los despliegues que ha tenido se cuentan el que tuvo lugar en 1967 en Acapulco, Guerrero, ante el huracán Beulah; en 1981, durante la erupción del volcán El Chichonal, en Chiapas, y en 1985 tras el sismo de 8.1 grados en CdMx.
El coronel Manuel Guevara recuerda que el despliegue de 1985 tras el sismo del 19 de septiembre fue coyuntural porque “si bien la estructura funcionó, la magnitud del desastre hizo necesario crear otro instrumento a escala nacional que instrumentara a las secretarias e instituciones del gobierno federal. Así nace el Sistema Nacional de Protección Civil y tiempo después el Centro Nacional de Prevención de desastres con el esquema del Plan DNIII-E”.
El Plan DNIII-E con sus 3 fases: prevención, auxilio y recuperación ha sido un ejemplo para ejércitos de otras naciones, ha permitido brindar ayuda humanitaria en 20 países con 43 acciones y, este año se adaptó para responder al covid-19, con 32 mil elementos, entre ellos personal sanitario.
“Tuvimos que desarrollar procesos, crear estructuras de organización de hospitales; desplegamos 116 instalaciones hospitalarias, 2 mil 376 camas para hospitalización y 2006 camas con unidades de de cuidados intensivos”, señaló.
El coronel Guevara indica que el centro de monitoreo de fenómenos naturales de la Sedena les permite realizar estrategias de prevención, y que esta etapa del plan es fundamental para tener saldo blanco, como recientemente ocurrió con el paso de Delta por Yucatán y Quintana Roo.
“Debemos adaptarnos y aprender cosas nuevas para dar una respuesta eficiente. Por ejemplo, en la fase preventiva, antes de que se intensificara la crisis por covid-19, estudiamos la evolución del virus en países como China, países del sur de Asia, Europa y EU que fue donde se manifestó antes”, afirmó.
bgpa