Capaces, valientes y empáticas, así es como se definen las mujeres policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes día a día luchan por más puestos de jerarquía en la corporación y mejor profesionalización para su carrera, siendo estos rubros donde han sido relegadas durante años y por lo que en la presente administración se trazó el objetivo de alcanzar una formación policial con perspectiva de género.
En 2021 se logró que el 88 por ciento de los ascensos totales fueran para personal femenino y pasar de 13 a 17 por ciento en cuanto a la cantidad de mandos mujeres en la corporación, respecto a 2019; sin embargo, la subsecretaria de Desarrollo Institucional, Marcela Figueroa, reconoce que, aunque son pasos importantes, aún no son suficientes para la inclusión de la mujer en la Policía capitalina, por lo que se busca que las uniformadas ocupen cada vez más posiciones de decisión.
En entrevista con MILENIO, la funcionaria explicó que el movimiento feminista ha dado visibilidad a las mujeres de la corporación y que el actual gobierno implementó un análisis interno con el cual se identificó que no había un diagnóstico con perspectiva de género en la institución, en cuanto a las condiciones, ascensos y profesionalización de los elementos.
"Apenas vemos justo en los últimos años que las mujeres policías han cobrado mucha más relevancia y tiene que ver definitivamente también con el movimiento feminista; esto hace que haya una decisión de sólo mandar mujeres a las manifestaciones, entonces las mujeres tienen que ser mejores capacitadas, se necesitan más mandos operativos mujeres.
"Cuando llegamos a la Secretaría de Seguridad Ciudadana lo primero que vemos es: no hay un diagnóstico con perspectiva de género, ni siquiera había datos desagregados por sexo que eso es súper importante saber, por ejemplo, cuántos ascensos se dieron para hombres y para mujeres. Al hacer ese análisis vemos que el 17 por ciento de ascensos en 2019 fueron para mujeres, cuando son el 25 por ciento del estado de fuerza; debería ser proporcional".
Ante esto, la policía puso "cuotas de género" con las cuales se garantizó que al menos el 30 por ciento de los concursos para ser mandos, capacitaciones especializadas y ascensos totales fueran para mujeres, esto último, sumado al reconocimiento por su labor en las marchas feministas, dejó la cifra histórica del 88 por ciento de promociones de grado policial para uniformadas el año pasado.
Además, se puso en marcha un plan de profesionalización con el que se está transformando la estructura de la Universidad de la Policía para que toda la formación del personal tenga perspectiva de género, objetivo que se ha fijado tener cumplido al final de la administración.
“En todo tiene que haber perspectiva de género, no puede ser una cosa aislada, tiene que ser transversalizado en la actuación policial, nosotros tenemos que enseñarles a las y los policías que significa la perspectiva de género”.
De acuerdo con un informe firmado por Alejandra Ramírez Maciel, directora general de Carrera Policial, obtenido por MILENIO a través de transparencia, entre 2019 y 2021 dos mil 589 agentes fueron ascendidas de grado. De ellas, 264 fueron promovidas al cargo de policía tercera; 126 a policía segunda; mil 639 a policía primera; 385 a suboficial; 132 a oficial; 35 a subinspectora; tres a inspectora; cuatro a inspectora jefe; y una a comisaria, siendo este último uno de los rangos más altos en la estructura de la Policía capitalina.
Marcela Figueroa añadió que las mujeres policías históricamente se han enfrentado al machismo en la dependencia y a condiciones de vida diferentes a las de los hombres, lo cual deriva en que no busquen convertirse en mandos operativos o participar en cursos de especialización.
“Si te vas en la raíz de los problemas pues sí hay un machismo, por supuesto, hay discriminación, invisibilización de la mujer, eso sigue habiendo, pero hay otras cosas también más profundas: comentarios como que las mujeres no quieren ser mandos, 'es que las mujeres solamente quieren hacer trabajo administrativo'.
Nuestras compañeras policías la mitad son mamás, la mitad de esa mitad son madres solteras, entonces son jefas de familia, tienen a su cargo el cuidado de los hijos, no tienen quién les ayude. Entonces, claro, muchas veces una mujer va a preferir no ser mando si tiene a su cuidado dos, tres hijos, hasta uno”.
Jefa Adalberta, ejemplo de resistencia en la Policía de CdMX
Con 46 años de experiencia en la Policía capitalina, la directora de Seguridad Escolar, Adalberta Peláez Juárez, es la mujer con más antigüedad en la corporación, pero asegura que el camino para llegar al cargo que hoy ostenta no ha sido sencillo. Cuando ingresó en 1976, muchas de las compañeras terminaban en labores administrativas; sin embargo, asegura que la lucha de las primeras uniformadas con trabajo operativo las hizo “necesarias” en estas funciones para la institución.
“Antes hubo muchos intentos de formar policías mujeres, pero al final terminaron en oficinas, no seguían como ahora que la policía anda en patrulla, está pie tierra cuidando las calles donde se cometen robos u otras cosas. Llegó el momento en que ya fuimos siendo necesarias y ahora ya somos necesarias en la vía pública en todas las áreas, en cualquier sector”.
Después de recorrer diversos cargos en la estructura de la policía, asegura que actualmente hay condiciones más favorables para las uniformadas, por lo que pide a sus compañeras que se “empoderen” y busquen ser mandos y que se mantengan en las calles para combatir a la delincuencia.
“Los hombres veían a las primeras como de ahora qué hacen aquí las mujeres y por qué las mujeres. La policía es para estar en la calle, no en las oficinas, en las oficinas pues sí pueden estar, son expertas o traen el conocimiento y pueden estar haciendo tareas administrativas, pero la policía debe estar en la vía pública para que ayudemos a la comunidad como debe de ser”.
DMZ