Organizaciones de la sociedad civil llevaron a las inmediaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP) una “montaña de basura” en representación de los residuos contaminantes durante un día de jornada escolar, a fin de advertir sobre el riesgo a la salud y el impacto que tiene en el medio ambiente el alto consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas en las escuelas.
El Poder del Consumidor detectó que, de los mil 711 residuos contaminantes que se generan en una jornada, mil 238 corresponden a plásticos etiquetados provenientes de jugos, leches con azúcar, dulces, galletas, pastelillos y frituras, por lo que la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) criticó que no se esté llevando a cabo el acuerdo de colaboración que firmaron en abril del año pasado la SEP y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para alfabetizar en alimentación saludable en todos los niveles educativos.
La auditoría —realizada en julio de este año— también reveló que cada alumno consume en promedio 550 calorías a través de tres productos ultraprocesados, sin contar las calorías del desayuno y otras comidas del día. El alto contenido de calorías en productos ultraprocesados contribuye a la obesidad y el sobrepeso que ya padecen 4 millones de niños y niñas en el país, ya que al ingerir 100 calorías extra al día, se propicia una ganancia de cinco kilogramos al año.
Al respecto, Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable, declaró que “esta situación indudablemente deja ver la incorrecta o nula aplicación de los lineamientos de alimentos permitidos y no permitidos. Los productos ultraprocesados también dañan los ecosistemas, representando así una amenaza para la salud del planeta y de la humanidad”.
Recordó que en este contexto, uno de cada dos menores desarrollará diabetes, en parte, porque 35 por ciento de la ingesta de calorías diarias proviene de ultraprocesados, que también impactan negativamente en el desarrollo cognitivo y aprendizaje.
En abril del 2021, la SEP y la Semarnat firmaron un acuerdo de colaboración para educar en la creación de escuelas limpias y sustentables, en donde se busca fomentar el uso mínimo de residuos plásticos y la práctica de una alimentación saludable en todos los niveles educativos. Sin embargo, aseveran los organismos, la auditoría realizada por El Poder del Consumidor demuestra que esto aún no se está llevando a cabo.
Asimismo, Tania Ramírez, directora ejecutiva de Redim, declaró que “el derecho a una alimentación sana que deben tener niños, niñas y adolescentes se relaciona también con su derecho a la salud, por lo que es importante que se promuevan como parte del respeto a los derechos humanos que se les deben garantizar a la niñez y adolescencia”.
EHR