Por: Eduardo León España y Rodrigo Castro Cornejo
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La opinión pública y los votantes suelen ser influidos por las condiciones económicas que presente el país —como el nivel de inflación o la tasa de desempleo—, la percepción de seguridad y otros factores que inciden en la percepción sobre el desempeño del presidente y su capacidad para cumplir sus promesas de campaña. No obstante, aunque es cierto que estos factores importan, no son los únicos elementos que los votantes toman en consideración para tomar sus decisiones electorales. Otros elementos más personales —factores sociológicos y psicosociales— tienen un efecto incluso más fuerte a la hora de evaluar el trabajo del presidente y el desempeño del partido en el poder. En primer lugar, la identificación partidista influye en la forma como los votantes juzgan al partido en el poder: si se identifican con dicho partido puede criticar su desempeño con una severidad menor —y viceversa. Además, factores ideológicos también afectan la opinión pública, siendo más positivas las evaluaciones si coincide la ideología del votante y el partido gobernante. En tercer lugar, los incentivos económicos no programáticos también pueden aumentar la probabilidad de aprobar el trabajo del gobierno y, por ende, votar a favor del partido en el gobierno.