Fui campeón goleador, gané torneos nacionales… y terminé de político: Luis Fernando Salazar

Entrevista

El diputado federal de Morena revela que pudo más la herencia familiar por las leyes que su afición por el balompié y, a pesar de que también se declara fan del séptimo arte, considera que el cine es su segunda carrera frustrada.

Estuvo en las fuerzas básicas del Santos Laguna. (Manuel Guadarrama)
Luis Alberto López
Torreón, Coahuila /

El diputado federal Luis Fernando Salazar (Torreón, 1977) quiso ser futbolista durante su infancia y adolescencia pero, al final, pudo más la herencia familiar por las leyes, que lo empujó a la política.

El ex panista y ahora morenista, catalogado por él mismo como una persona terca, que considera una de sus mayores virtudes, comparte que el cine es otra de sus carreras frustradas; además es fan de la obra del historiador Enrique Krauze.

“He leído de todo. Empecé con la historia de México, creo que conozco toda la obra (Enrique) Krauze, desde Biografía del Poder, La presidencia imperial hasta Siglo de caudillos”.

La filosofía también le atrae y recientemente descubrió la obra de Byung-Chul Han, de quien ya leyó por lo menos tres publicaciones.

¿Cómo era de niño?

Era un niño al que le gustaba mucho jugar, creo que no he perdido esas ganas de entretenerme. Siempre hice mucho deporte y empecé a entrenar futbol desde los cinco años, lo practiqué hasta que cumplí 18 años.

Soñé con ser futbolista e hice el intento por lograrlo. Estuve en las fuerzas básicas del Santos Laguna y luego me fui a la Universidad Autónoma de Guadalajara en una visoria porque de repente venían los del Atlas y los Tecos. Me fui para jugar con Tecomán, que era el equipo de Segunda División y lo hice hasta que terminé la preparatoria.

Llegué a ganar torneos nacionales en la primera, incluso me convertí en campeón nacional goleador.

¿Qué te hizo cambiar el futbol por las leyes?

Siempre tuve en la cabeza que tenía que hacer algo adicional al futbol y mi opción fácil fue la carrera de Derecho, porque mis papás son abogados.

No veía la posibilidad de estar con Tecos y terminar mi carrera en el tiempo normal de un estudiante. La primera traba era que no iba poder meter más de tres materias por semana, eso me hizo cuestionarme que tardaría 10 años.

Cuando regresé a Torreón me inscribí a la carrera de Derecho en la Universidad Iberoamericana y, durante un par de años, atendí una tienda de marcos que tenía mi mamá, porque en ese entonces entró a trabajar como regidora en la primera administración del PAN, con Jorge Zermeño Infante. Duré un par de años y el resto de mi carrera trabajé en el despacho de mi papá, fui a los juzgados y comencé hacer todo lo que hace un abogado litigante.

¿Y la política?

A los 18 años ingresé al PAN. Cuando salí de estudiar me fui a trabajar a Ciudad de México como asesor en el Senado, con Jorge Zermeño Infante, y después ingresé al IFE.

Estuve un par de años y luego decidí participar en una de las elecciones locales en Coahuila. Tuve la fortuna de ganar la elección adentro y afuera del partido cuando tenía 24 años.

Después coordiné campañas y me volvió a invitar Jorge Zermeño para ser coordinador de Asesores de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, cuando él le da la banda presidencial a Calderón en aquella toma de posesión polémica.

Algo que te ha caracterizado en tu vida política es ser directo, incluso con tus compañeros del PAN, ¿cómo surgió esa aptitud?

De niño siempre fui muy terco y terminó siendo algo bueno. Creo que la persistencia y la continuidad es la madre de todas las virtudes.

Cuestionaba siempre y podía hacerlo con la decisión de un adulto, aunque de manera respetuosa. Me cuestionaba muchas cosas desde niño.

Algo que tengo muy grabado es que cuando estuve en un colegio de los Legionarios de Cristo nos hablaban mucho del padre Maciel, me preguntaba por qué veneraban tanto a la persona, me parecía excesivo, cuestionaba por qué decían que era nuestro padre. Me trajo algunos problemas y es un ejemplo de lo que aprendí en casa.

Además de la afición futbolera, ¿qué otras cosas disfrutas?

Mi segunda carrera frustrada fue el cine. Admiro mucho la dirección, producción, fotografía y actuación, hay muchas películas que me gustan y ahorita se me viene a la mente El renacido, de Alejandro González Iñárritu. Me parece formidable porque es una persona que nunca se da por vencida y lucha contra todas las adversidades por el amor a su hijo.

Otra película que me gusta mucho se llama Silencio, en donde sale como actor Andrew Garfield, trata de una misión de padres jesuitas para evangelizar en Japón, pero se topan con una cultura y religión que los somete a todo tipo de pruebas y castigos. Me parece impresionante, densa pero me gusta que sean profundas.

¿Qué está leyendo?

La sociedad de la transparencia, de Byung-Chul Han.

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