Las agrupaciones ambientalistas han advertido constantemente sobre la contaminación del río Tula y han insistido en que se atienda en el Valle de México la problemática del agua residual y no en el Valle del Mezquital.
Angélica Arellano Ángeles, de la Red de consciencia ambiental Queremos vivir, lamentó que se envíe a esta zona, convirtiéndola únicamente en un área de sacrificio, y agregó que el agua es expulsada con todos los contaminantes bajo el pretexto del uso agrícola.
Pero consideró que es un despropósito darle este manejo pues causa enfermedades entre la población, pues se le expone a múltiples contaminantes y ello se refleja en el incremento en la incidencia de problemáticas en esta materia, pese a los discursos gubernamentales.
Para Marco Antonio Moreno Gaytán, de la Sociedad Ecologista Hidalguense, la Ciudad de México debe hacerse cargo del manejo de sus aguas y a partir de ahora abordar el tema de manera conjunta con el estado de México e Hidalgo, pero en igualdad de condiciones.
Se pronunció en contra de la supeditación histórica de Hidalgo ante la CDMX y el Edomex, quienes lo han designado como el patio trasero del Valle de México, para realizar en esta zona las descargas residuales.
Dijo que se debe recuperar el río Tula y sanear la región, e insistió en que se deben controlar las aguas de la CDMX allá, como también lo ha solicitado Berenice Pecina Jiménez, de la Gran asamblea de damnificados de Tula, organización que considera un riesgo y un error enviar más agua a Tula, por una eventual inundación.
La falta de regulación de las sustancias químicas pone en grave riesgo la salud ambiental y humana de diversas regiones de sacrificio en el país, conocidas como Regiones de emergencia sanitaria y ambiental (Resa), consideró por su parte Marisa Jacott, directora de la agrupación civil Fronteras comunes.
Recriminó que el gobierno está articulando una serie de retrocesos en las políticas públicas, lo que agrava el deterioro en las Resa’s, especialmente, dijo, en el caso de la ubicada en la región tolteca.
Desde 2022 investigadores de diversas universidades del centro del país laboran en el Valle del Mezquital en un proyecto denominado Evaluación de riesgo para la salud humana por agentes tóxicos de origen antrópico, del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt).
Estudios en agua
Recientemente, y para detectar contaminantes orgánicos persistentes, orgánicos volátiles y metales pesados en el agua residual de los ríos Tula y El Salado, investigadoras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), realizaron recientemente un toma de muestras.
Para, a partir de ello, valorar los resultados y conocer más sobre el grado de afectación que causan estas aguas residuales a la salud ambiental y humana, de acuerdo a Edelmira García, coordinadora del equipo de Toxicología del proyecto de Conahcyt.