El gobierno municipal de Atotonilco de Tula acompañará a los habitantes en las denuncias por contaminación ante las instancias de gobierno correspondientes, acordaron autoridades locales y un grupo de pobladores que denunciaron las emisiones de caleras asentadas en el municipio.
En una reunión en la que participó el edil Jaime Ramírez Tovar, el secretario municipal, Juan Manuel Rodríguez Rojas, funcionarios, regidores y pobladores, abordaron las afectaciones al medio ambiente y a la salud, causados por los contaminantes emanados desde la calera de grupo Monclova y Cal El Tigre, desde hace décadas.
Los vecinos de la colonia Bóvedas y Centro, así como otras localidades, señalaron que a pesar de todos los compromisos que se hicieron durante los últimos años, continúan las altas emisiones de contaminantes, por lo que pidieron el apoyo de la autoridad local para emprender acciones que permitan erradicar esta problemática.
Como parte de las actividades, acordaron que interpondrán las denuncias correspondientes ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero pidieron a Ramírez Tovar el acompañamiento legal de la presidencia municipal para emprender dichas acciones.
Esa propuesta fue aceptada y se estableció como uno de los compromisos entre las partes y se sumará al de la conformación de un comité ciudadano que dará seguimiento a las denuncias e informará al resto de pobladores que están interesados en el tema.
También se acordó que el gobierno municipal será el que acompañen todo momento a los ciudadanos para crear las estrategias, propuestas y soluciones a la problemática de la contaminación. Acordaron vecinos y autoridades municipales, que se realizarán monitoreos de emisiones contaminantes y de operación a la empresa Cal El Tigre, para detectar irregularidades y en su caso interponer las denuncias correspondientes.
Años de lucha
A principios del siglo un grupo de pobladores protestó por la contaminación emitida por la planta, entonces llamada Caleras Bertrán, pues acusaron que se expulsaba al aire residuos de coque, un compuesto altamente contaminante; ante ello se anunciaron monitoreos e inspecciones.
Luego, por diferencias de objetivos entre los integrantes del movimiento hubo división y este decayó pues perdió credibilidad; aunque por las constantes emisiones de contaminantes, principalmente registradas durante la noche y madrugada, se retomó la movilización y los pobladores lograron la reubicación de la escuela primaria 1 de mayo, situada a un costado de la planta, al tiempo que la empresa señaló que invertiría en tecnología para reducir al máximo sus emisiones.