Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) desarrolla un proyecto que tiene el objetivo de garantizar la inocuidad de las hortalizas que se destinan para consumo local y para exportación a Estados Unidos.
En la actualidad, 80 por ciento de los alimentos del campo y las hortalizas mexicanas que se exportan a Estados Unidos procede de estados como Puebla, entidad que se coloca entre los nueve productores más importantes del país.
En las exportaciones a Estados Unidos, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) establece requisitos que deben cumplir los productores mexicanos, de lo contrario, aplica restricciones ante la presencia de parásitos.
Ante el problema, investigadores de la BUAP, en conjunto con los especialistas de la Universidad de Georgia, Estados Unidos, desarrollan un proyecto conjunto para garantizar la inocuidad de los alimentos del campo y, con ello, se garantiza que no causarán daño a la salud cuando sean ingeridos en forma fresca.
María Lorena Luna Guevara, investigadora de la Facultad de Ingeniería Química, comentó que se trabaja para que los alimentos que se producen en los campos poblanos se puedan consumir directamente una vez que son adquiridos y no se sometan a ciertos procesos de cocción para eliminar los microorganismos patógenos.
La investigadora de la máxima casa de estudios del estado resaltó la importancia de generar un programa de inocuidad preventivo, que no sólo involucre al agua como fuente de contaminación, sino otros elementos presentes en el entorno.
“Si no se cumplen con determinados requisitos, los alimentos pueden estar expuestos a contaminación y al ser consumidos ocasionan una Enfermedad Transmitida por Alimento (ETA), con implicaciones leves o mortales; además, al involucrar a varios comensales ocasionan un brote. Por lo anterior, se requiere conocer las potenciales fuentes de contaminación para prevenir el daño de estos productos a los consumidores”, señaló
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt informó que tras realizar diversos análisis del agua subterránea, utilizada para el riego de varias hortalizas, se determinó que este recurso se encuentra menos expuesto a agentes contaminantes, desde el punto de vista microbiológico.
La integrante del Cuerpo Académico “Innovación en tecnología para el desarrollo de productos alimenticios”, explicó que, como parte del proyecto, se imparten cursos de capacitación a los productores para reducir o eliminar los peligros físicos, químicos y biológicos durante la producción, cosecha y manejo de alimentos agrícolas; así como las condiciones que debe cumplir el agua y suelo.
AFM