Laura Alicia Paniagua Solar, integrante del Cuerpo Académico “Sistemas para el aprovechamiento de las energías renovables” de la BUAP, propone mejorar la calidad del suelo, con la técnica de cultivo Zaï y la aplicación de biofertilizantes, en este caso bokashi, un abono orgánico sólido.
Ello, para revertir las condiciones de
l suelo de San Pedro Zacachimalpa, pues es ácido y tiene poca materia orgánica, lo cual ocasiona que la actividad agrícola disminuya. Además, la falta de cobertura vegetal propicia la erosión y pérdida de la superficie terrestre.La técnica Zaï consiste en hacer una cuadrícula en el terreno a sembrar para cavar fosas y recoger agua de lluvia; así también concentrar biofertilizantes para proporcionar nutrientes a la planta, explicó la investigadora adscrita a la Facultad de Ciencias de la Electrónica.
En el caso del biofertilizante, Paniagua Solar, doctora en Energías Renovables por la UNAM, detalló que el bokashi es un abono orgánico sólido, obtenido a partir de la fermentación de la materia orgánica.
Este proceso es más acelerado que el compostaje, dura entre 12 y 21 días y permite la eliminación de patógenos al alcanzar una temperatura de 70 grados centígrados. La aplicación de este abono aumenta la biodiversidad microbiológica de los suelos.
En el Ecocampus Valsequillo de la BUAP, ubicado en la citada localidad, se delimitaron 161 metros cuadrados, donde se cavaron 207 pozos, de 20 centímetros de diámetro, 30 centímetros de profundidad y un metro de separación entre cada uno, en los cuales se colocaron semillas de chícharo, donde se puso a prueba la técnica y el biofertilizante.
CHM