El oleoducto submarino que se rompió y derramó decenas de miles de litros de petróleo crudo frente a la costa del sur de California hace unos meses no contaba con un sistema de detección de fugas que funcionara plenamente en ese momento, según un informe obtenido por The Associated Press.
El reporte fue elaborado por el operador del oleoducto —Beta Offshore, una subsidiaria de Amplify Energy, con sede en Houston— y fue presentado a los reguladores federales. Revela que Amplify está investigando si el personal o problemas en la sala de control contribuyeron al accidente, pero no explica qué falló en el sistema de detección.
El reporte, presentado la semana pasada y entregado a la AP bajo una solicitud de registros públicos, no proporciona algún detalle nuevo sobre un posible golpe a la tubería con un ancla de un buque de carga que se sospecha que habría sido la causa del derrame de aproximadamente 112 mil litros.
Los investigadores de la Guardia Costera han dicho que sospechan que el ducto empezó a tener fugas mucho después de que se enganchara con el carguero a la deriva durante los fuertes vientos de enero.
No está claro por qué tardó tanto tiempo en producirse la fuga del tubo de acero de 1.25 centímetros de grosor, ni si otro golpe de ancla u otro incidente provocó la ruptura y el derrame, pero los expertos afirman que un sistema de detección de fugas que hubiera funcionado correctamente habría detectado el problema antes de que una mancha de petróleo en la superficie permitiera descubrir la fuga.
El derrame llegó a Huntington Beach y obligó a cerrar durante una semana las playas de esa ciudad y de otras en la costa del condado de Orange. La pesca en la zona afectada no se reanudó hasta la semana pasada, después de que las pruebas confirmaran que los peces no tenían niveles inseguros de toxinas por el petróleo.
En su informe, Beta Offshore afirmó que el sistema de detección de fugas del oleoducto, aunque no funcionaba del todo, ayudó a detectar y confirmar la fuga. Los investigadores federales han dicho que una alarma por baja presión se activó a las 2:30 de la madrugada del 2 de octubre, lo que indicaba una posible falla.
Pero en su reporte, la compañía informó que el derrame no fue detectado hasta las 8 de la mañana de ese día, por un contratista externo que informó de una mancha en alta mar y notificó al personal de una cercana plataforma petrolífera de Beta. El derrame no se comunicó a las autoridades hasta más de una hora después.
evr