Conocida por generaciones a través de historias de crimen o leyendas, finalmente los regiomontanos podrán conocer el interior de la mítica propiedad ubicada en el 1026 oriente de la calle Aramberri.
Y es que después de que a mediados de los años ochenta cerraba sus puertas definitivamente, la casa de Aramberri, en la cual ocurrió un crimen en 5 de abril de 1933, reabrirá en forma de restaurante - museo.
Kenia Moreno, encargada del sitio, reveló que tras años de arduas negociaciones con los propietarios de la vivienda, se logró llegar a un acuerdo para abrirla a través de un establecimiento de comida, pero manteniendo la infraestructura original.
"Se trató de mantener las paredes, sí hubo modificaciones porque la casa por muchos años estuvo descuidada, pero estamos muy al tanto de la seguridad con las medidas de Protección Civil, y ya la casa estuvo en remodelaciones para que estuviera seguro. Además hay mobiliario que se encontró y trató de restaurar lo mejor posible, como sillones, un vestido, libros de 1883, entonces son cosas muy leves que se cambiaron en la casa pero siempre manteniendo su esencia, y sobre todo la fachada es la misma. Entrar aquí es como entrar en una casa de 1933", expuso.
Quienes a partir de este miércoles asisten podrán no solo disfrutar de platillos a la carta como hamburguesas sino incluso degustarlos en una mesa situada en la misma habitación donde hace 91 años ocurrió un crimen que marcó un hito en la historia del Monterrey contemporáneo.
Además podrán ingresar a todas y cada una de las recámaras, la sala, los baños e incluso un inmenso patio en donde se ubican una especie de escenario que data de la época en la que se construyó la casa.
Dicho escenario situado al fondo de la propiedad, fue descubierto al momento en que se realizaban las remodelaciones al terreno.
"Va estar abierta toda la casa, en el patio habrá mesas para comer, y se permitirá que se tomen fotos. Lo único que le pedimos a la gente es mucho respeto al mobiliario porque es propiedad de la familia y son artículos antiguos. No llevarse cosas, no dañar las instalaciones, las paredes, queremos que siga la casa en las mejores condiciones posibles", añadió Moreno.
El crimen de la casa de Aramberri ocurrió el 5 de abril de 1933, cuando Antonia Lozano y Florinda Montemayor fueron asesinadas mientras que el padre de familia, Delfino Montemayor, salió a trabajar. Fue el propio Delfino quien encontró los cuerpos de su esposa y su hija. Durante los días siguientes se logró la captura de los responsables, de quien se dijo, cometieron el asesinato a fin de cometer un robo. Según archivos periodísticos de la época, se logró la captura de los implicados debido a que un loro repetía incesantemente "No me mates, Gabriel, no me mates", en referencia a Gabriel Montemayor, uno de los responsables y quien además era familiar de los difuntos.
Tras el crimen, Delfino Montemayor permaneció en la Casa de Aramberri hasta su muerte en 1957.
Posteriormente una familia habitó la casa y luego se transformó en un consultorio dental, aunque no fue sino hasta 1985 que permaneció abandonada hasta este 2024, a 91 años del crimen, que reabrirá sus puertas.
- Te recomendamos La Sociedad de las Pesadillas llega con un manual para cazafantasmas modernos con su libro 'La guía paranormal' Cultura