Margarita López, Israel Rivas y Olimpia Coral fueron víctimas de desaparición forzada, desbasto de medicamentos oncológicos y violencia digital, respectivamente. Situaciones que por momentos los empujaron a la frustración y duelo, pero nunca los paralizó.
Tomaron la justicia en sus propias manos y ahora son defensores de derechos humanos, activistas en las causas donde alguna vez estuvieron inmersos.
"Me convertí en todo porque yo tenía que encontrar a mi hija"
Margarita López, líder del colectivo Buscando Cuerpos en México, aún recuerda la lucha que emprendió cuando su hija Yahaira Guadalupe Baena López desapareció, el 13 de abril de 2011 en Oaxaca, a donde se había mudado con su esposo, un militar de fuerzas especiales.
A raíz de su desaparición, Margarita dedicó su tiempo para dar con el paradero de su hija menor, lo que la llevó a involucrarse en las labores de búsqueda de cuerpos. Originaria de Michoacán y madre de cuatros hijos, era una empresaria dedicada a la construcción y con tradicional gusto por la cocina.
"Era una empresaria, me dedicaba a la construcción, a la renta de maquinaria pesada, la pavimentación de carreteras ; trabajaba en diferentes municipios de mi estado. Era una mamá que me dedicaba a trabajar hombro a hombro con mi esposo, con mis hijos y me gustaba estar en la cocina”.
“Cuando me avisan que mi hija desapareció se desmoronó mi vida por completo, dejé todo atrás, incluso ahorita estoy desplazada, tengo amenazas de muerte. Hace aproximadamente dos meses tuve el último atentado en la autopista entre Santa Casilda y Las Cañas, allá en Michoacán; nos rafaguearon la camioneta, nos siguieron hasta donde estaban varias patrullas de la policía federal de camino”, comentó.
En un principio, como las autoridades le negaron el apoyo para encontrar a su hija, tuvo que aprender la “terminología que utiliza la delincuencia organizada”, a lo que se refería un halcón o estaca. El Movimiento por la Paz, Justicia y Dignidad fue el primer caso que atendió, dijo, al igual, logró que interviniera el FBI y peritos argentinos para hacer un análisis de cuerpos.
“Mi vida cambió por completo, me convertí de una mamá empresaria a una investigadora, policía, perito, psicóloga, tanatóloga, criminalista... Me convertí en todo, porque yo tenía que encontrar a mi hija. Como todos me negaron el apoyo para buscarla, tuve que aprender incluso la terminología que ocupa la delincuencia organizada. La búsqueda de Yahaira la hice por mis propios medios y recursos hasta dar con el paradero no solo de mi niña, sino de los delincuentes que secuestraron, violaron y ejecutaron después de haberla torturado durante 10 días”, recordó.
Dos años, 4 meses y 19 días después de la desaparición de su hija, a Margarita le entregaron el cuerpo. No obstante, resaltó que al día de hoy, su hija está sepultada de manera clandestina y no tienen acta de defunción. Todo eso la orilló a convertirse en defensora de derechos humanos y ayudar a las madres que como ella, quieren darle “cristiana sepultura” a sus hijos. Además, debido a su persistencia para encontrar entierros ilegales, sus familiares han sido amenazados.
“Me la llevé a Michoacán para darle cristiana sepultura, aunque ahorita a la fecha, mi hija está sepultada de manera clandestina, no tiene acta de defunción, porque las autoridades en su momento que me negaron el cuerpo me lo quisieron quitar, porque tenía que llevar un juicio en Oaxaca. Todo eso me llevó a convertirme en una defensora de derechos humanos y ayudar a las madres que como yo, se han encaminado a buscar a sus hijos, sobre todo a las madres que no tienen recursos.
“Incluso por lo que hago, a uno de mis hijos lo detuvieron hace algunos meses en Michoacán, yo no puedo ir, estoy desplazada de ahí, me desaparecieron a un sobrino por lo que hago. Levantaron también al hermano de mi nuera para decirme que me saliera de ahí donde estaba trabajando o lo iban a matar…”, aseveró.
De acuerdo al más reciente informe sobre búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas, al corte de septiembre de este año, 77 mil 171 personas están desaparecidas en el país, 90 por ciento posiblemente relacionadas con el crimen organizado. Asimismo, del 2006 al 30 de septiembre se han localizado 4 mil 92 fosas clandestinas, de las cuales se han exhumado 6 mil 900 restos.
"Seguiremos como defensores de derechos humanos, hay mucha tarea que hacer"
A diferencia de Margarita, Israel Rivas se volvió activista tras el desabasto de medicamentos oncológicos para su hija Dhana, una menor que padece leucemia linfoblástica aguda. Problema que se ha generalizado y agudizado en los últimos dos años, en total, van 758 días sin tratamientos para niños con cáncer.
Israel junto con su familia vivía en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, era gerente de una estación de radio de carácter cultural/social. Le gustaba la escuela de Dhana, tanto como a ella. El 2 de febrero de 2018 terminó su buena racha cuando su hija fue diagnosticada con cáncer, perdió su empleo y tuvieron que mudarse a la Ciudad de México, dejando atrás familias y amigos.
“Llevaba una vida normal como la de todo mundo. Fui abogado, estudié leyes, comunicación y trabajaba en un medio, era gerente de una estación de radio, representante legal; una estación con carácter cultural social. Llevábamos una vida muy tranquila en San Cristóbal, yo casi diario me iba trabajando, caminando o en bicicleta”.
“Dhana estaba inscrita en una escuelita que a mí me gustaba, porque estaba en el bosque. Cuando se puso malita estaba en primer año de kínder. Fue difícil cambiarnos de Chiapas que allá teníamos todo, a la Ciudad de México, fue abandonar la casa. La estación para la que trabajaba no me aguantó, cuando mucho un año y medio, me quedaron debiendo seis meses de sueldo. No me pagaron aguinaldo, le pedí al dueño de la radio que me diera seguro social, porque mi hija estaba enferma y no quiso, ya después me enteré de que el IMSS tenía protocolos muy viejos”, señaló.
Al llegar al Hospital Infantil de México Federico Gómez, la primera impresión fue impecable, la atención y servicios hospitalarios cumplían con los estándares. Fue después de las elecciones de 2018 cuando empezó a escasear el material y los medicamentos.
Explicó que debido al metotrexato, los pacientes deben hidratarse constantemente, lo que provocaba en Dhana orinar en repetidas ocasiones, pero al no haber ni sábanas, él tuvo que lavarlas y enfrentar otras insuficiencias.
“Cuando llegué sí me sorprendió mucho la atención y la calidad de los servicios hospitalarios, me sentí seguro y tranquilo. Vinieron las elecciones y de repente por septiembre-octubre vi el bajón grueso del hospital. Comenzaba a escuchar que no había medicamentos, ya para 2019, Dhana comenzó a tener internamientos todo ese año de metotrexato. El niño se tiene que internar para que le pasen altas dosis de medicamento. Un día me dijeron ‘no hay sábanas, hay problemas con todo, no hay lavado, no hay ni gel. Estamos asustadísimos, nunca había pasado, no hay dinero ni para la fumigación’, estaba grave la situación “, puntualizó.
El desabasto de medicamento comenzó paralelamente a esa situación y por ello, comenzaron los bloqueos. Aunque a Dhana le faltaba metotrexato, seis mercaptopurina y vincristina, Israel se agilizó en los mecanismos de derechos humanos e incluso fue de los padres que importaron el metotrexato, apuntó, pese a la indignación del titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), José Alonso Novelo Baeza.
Luego de tomar por primera vez el Aeropuerto de la Ciudad de México, empezaron a contactarse más padres de familia con ellos, para esto, también ya se habían manifestado las madres del Hospital 20 de Noviembre, después del Hospital Pediátrico Moctezuma, General e incluso en otras entidades como Oaxaca, Tijuana y Jalisco.
Israel aseguró que el gobierno comenzó a agredirlos a través de sus redes sociales, “tengo los mensajes guardados porque además puse una denuncia, decía ‘ojalá se muera tu engendro con cáncer, le haces un favor al gobierno que te está manteniendo’, agresiones directas”.
Actualmente, Israel es vocero del Movimiento Nacional por la Salud, como grupo, tienen el proyecto de una iniciativa ciudadana para llegar al Congreso de la Unión y así garantizar tratamientos oncológicos a menores. De manera personal, está realizando un manual titulado “Manual de un padre con niño con cáncer, a otro papá con niño con cáncer “, que incluye 25 puntos básicos sobre el tema y adelantó su intención de generar una red de autoayuda para padres de niños con dicha enfermedad, entre otras cosas, para que conozcan sus derechos.
“Dhana está por terminar el tratamiento, de estas larguísimas 120 semanas, más cinco meses de remisión, el 6 de diciembre acaban. Esta gran carrera de resistencia termina”, concluyó.
"Ojalá yo hubiera sido feminista a mis 12 años"
Olimpia Coral ejerció su activismo al frenar y sancionar la violencia digital, luego de difundirse sin su consentimiento un video íntimo en redes sociales y tres intentos de suicidio, la actual activista se impulsó y fundó el Frente Nacional para la Sororidad y elaboró la Ley Olimpia, aprobada recientemente en el Congreso.
Originaria de Puebla y con solo 18 años, un video sexual terminó con su “reputación de niña promesa”. Su novio con quien llevaba seis años de relación y con quien había hecho el video, pero que no se identificaba, negó que fuera quien lo había divulgado.
Tras esa situación, Olimpia se encerró en su casa por ocho meses e intentó suicidarse en varias ocasiones. Sin embargo, al pasar el tiempo, entendió que era la víctima de un tipo de violencia que aún no identificaba. En esa ruta, estudió sobre el tema y escribió una iniciativa de ley.
“Nuestros cuerpos no son un crimen, difundirla sin tu consentimiento, sí. Tu desnudez no arruinará tu vida”, dijo.
Olimpia pasó de ser víctima de violencia sexual y digital, a una defensora e impulsora de una ley que lleva su nombre. Se considera una mujer orgullosamente feminista, que desea la abolición de un sistema patriarcal.
“Ojalá hubiera sido feminista a mis 12 años, 11 o 10 porque entonces hubiese visto todo eso. Todo mundo me decía fea, y les hubiera dicho ‘no, es que no soy para su consumo de ellos’…que la rebeldía sea hablar cuando nos dicen que nos callemos, que la rebeldía sea gritar cuando nos dicen que nos sentemos, lo que hace el movimiento feminista es amor y no hay mejor manera de ejemplificarlo que cuando hablamos de esta abolición completa de un sistema patriarcal. Es que ya no es necesario la igualdad, esos discursos son conservadores, son burgueses, blancos y de privilegio, para qué diablos queremos igualdad, si al momento que nos ponen en lugar iguales que ellos hombres, no vivimos las mismas condiciones que ellos…Hasta ese momento las mujeres seremos libres”, resaltó.
De acuerdo al Módulo sobre Ciberacosos (MOCIBA) 2019 presentado por el Inegi, 23.9 por ciento de la población de 12 años y más fue víctima de ciberacoso, este porcentaje equivale a 17.7 millones de personas, de las cuales, 9.4 millones son mujeres y 8.3 millones son hombres. En tanto, 36.4 por ciento de las mujeres de 20 a 29 años fue víctima en los últimos 12 meses.
KH/DZ