Cada año, con la llegada de las fiestas decembrinas, las familias mexicanas asistían a la tradicional romería navideña de la alcaldía Cuauhtémoc para tomarse la foto con Santa Claus y/o los Reyes Magos.
Pero la pandemia de covid-19 privó de esta tradición a decenas de fotógrafos y artistas disfrazados, que se verán afectados por la suspensión de actividades. Uno de ellos Daniel Miranda, secretario general de la Unión de Fotógrafos de 5 minutos, quien desde niño se ha dedicado a este oficio.
En entrevista para MILENIO, indicó que actualmente son 40 fotógrafos y escenarios, los cuales cuentan con alrededor de 10 personas por lugar, es decir, un total de 400 personas, que dependen de ese empleo y por ello lamentó que, derivado del nuevo coronavirus, demasiadas familias no tendrán ingresos durante los 20 días que dura la romería navideña.
“El hecho que como nos vamos adecuando a las condiciones de la alcaldía, seguimos siendo los mismos 40 fotógrafos con su mismo equipo de trabajo, eso significa que, si fuera una temporada normal, somos un promedio de 400 a 500 familias, porque hay escenarios que manejan 15 o 20 personas trabajando para que funcionen, pero por lo regular son 10.
“Todas nuestras familias se van a ver muy afectadas, dependemos mucho de esta temporada todos los fotógrafos y la gente que nos apoya. Es un mundo esto de los espacios para trabajar, no es sencillo, decir 'si no hay trabajo no pasa nada, trabajamos el año que entra' ¡No! Dependemos mucho de esta temporada mucha gente. Es desilusionante el no poder tener este ingreso”, lamentó.
Por esa razón, dijo que protestaron el lunes 14 de diciembre frente a Palacio Nacional, para solicitar espacios y permisos para laborar durante diciembre y enero.
Comentó que luego de haber cancelado la romería, las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc les prometieron apoyos económicos, a fin de aminorar el impacto, el cual no ha llegado.
“Le pido a las autoridades que nos apoyen, mis compañeros sí entienden que antes de cualquier cosa está la salud. Todo esto empezó porque la alcaldía hizo un comunicado donde dijo que no habría romería, pero que nos iban a dar una ayuda económica. Hemos sido muy respetuosos. Cuando fui a la sede para preguntar qué iba a pasar con nosotros, en tres ocasiones me negaron el acceso”, mencionó.
En años pasados, el proceso para instalarse sobre la calle Buenavista comenzaba a principios de diciembre, cuando firmaban un contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para que les suministra luz de manera legal, posteriormente montaban los escenarios, para así arrancar el 18 de diciembre hasta el 7 de enero. Ahora, esto no será posible, con el semáforo en rojo y con el repunte de contagios, los disfraces y las cámaras permanecerán guardadas.
De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, la capital acumula un total de 277 mil 733 casos confirmados y 64 mil 673 sospechosos. En tanto, la alcaldía Cuauhtémoc suma 15 mil 817 casos confirmados y 3 mil 736 sospechosos.
“El día 8 nos dejan ingresar a los fotógrafos para meter los escenarios, nos dan oportunidad que en tres días empecemos a armar, aunque sea el puro templete, toda la estructura que llevemos debe ser fuerte y segura para la gente. En cada escenario han llegado a subirse hasta 50 personas; el 11 , todos los fotógrafos ya estamos instalados, después entran los juegos mecánicos (la feria) y luego el comercio pequeño”.
“Desde 15 día antes vamos y hacemos un contrato con CFE, ya que nos dan el permiso, tenemos un ingeniero que nos ayuda a conectar la luz y hace el encendido de todo el cableado, como el día primero de diciembre, para nosotros poder conectarnos. No nos robamos la luz ni nos colgamos, para que no haya ningún accidente”, explicó.
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Daniel comenzó en el trabajo de armar escenarios, tomar fotografías y disfrazar a los demás desde niño, junto con sus hermanos le ayudaba a su padre Lorenzo Miranda Romero, quien inició esta tradición familiar en la Alameda Central y quien según comentó, fue uno de los fundadores de la romería en Cuauhtémoc; sin embargo, fue hasta 1990, cuando Daniel se desprendió de su familia y obtuvo su propio lugar; diez años más tarde, participó en la planilla para ser parte de la Unión de Fotógrafos, donde se desempeñó como secretario de acta y de trabajo, antes de fungir como secretario general.
“Mi papá tuvo muchos hijos, somos 8 hermanos y todos estábamos como las familias de antes, obligados a ayudarle al papá y de ser partícipes del oficio. Íbamos desde muy pequeños a ayudarle a cargar las cosas, a vestir a Santa Claus, a tomar las fotos, cobrar; hacer lo que se tenía que hacer ahí, era un negocio familiar.
“Ahorita solo quedan dos de los que fundaron la romería en Cuauhtémoc, solo queda mi papá y otro compañero que se llama Domingo Correa Salinas, pero ya son gente muy adulta, mi papá tiene 87 años…En 1990, la alcaldía ofrece aumentar de 26 fotógrafos a 40 y es entonces, cuando yo entro a obtener un espacio para trabajar sobre avenida Hidalgo, resultó el primer año que la gente ya no se bajaba a circular sobre la avenida Juárez, pero ya era demasiada gente”, recordó.
Aunque solo una vez se disfrazó cuando tenía 16 años, relató que los artistas caracterizados, son personas que han trabajado con ellos desde hace mucho tiempo, pero para llegar a esa función, primero empezaron con labores sencillas como tocar las campanas, pedir propina y hasta hacer los mandados. El diario convivir, dijo, te vuelve una familia, pues “así como almuerzas, comes con todos y cenas”.
Asimismo, precisó que cada foto cuesta 120 pesos de un solo formato. Anteriormente tenía un precio de cien pesos, pero al subir los costos el proveedor del material, ya no pudieron mantenerse con la misma cantidad.
“Cuesta 120, es de ocho por 12 pulgadas. El material que nosotros compramos nos lo traen de Estados Unidos, cada año según el dólar, el proveedor nos lo aumenta, pero por la economía este año ya no era posible, por eso pasó de cien a ese precio”, dijo.
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Antes de que la Ciudad de México regresara a semáforo rojo, la intención de estos artistas y fotógrafos era montar solamente de 10 a 15 escenarios con todas las medidas sanitarias como la toma de temperatura, sanitización en las áreas utilizadas, aplicación de gel y respetando la distancia de más de un metro y medio.
“Nuestros escenarios son muy grandes de aproximadamente cuatro por cuatro metros. En nuestras reuniones ya veíamos venir este asunto y por eso los íbamos a adaptar en dos planos, para que en uno se parara la gente y sin tener contacto con los Reyes Magos o con Santa Claus; en un templete de un metro, la familia y en uno de metro y medio atrás de la familia, los personajes, nunca iban a estar cerca, pero ya en la fotografía se verían juntos. Ya estábamos adquiriendo unas maquinitas para sanitizar cada hora. No por querer trabajar, nuestra salud se afectaría”, señaló.
Sin duda, la romería con más de 100 juegos mecánicos, 116 juegos de destreza y 40 escenarios fotográficos rompió una tradición de más de una década. Tanto reyes como santas se quedarán en casa en espera de que el próximo año todo sea distinto, para nuevamente así ponerse las botas, el gorro o la barba y, sobre todo, para cumplir los deseos de cientos de niñas y niños.
dmz