El análisis de la suficiencia de los servicios educativos realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) arrojó que, de 2012 a 2020, pese a que se registró una alta cobertura en el nivel básico y los resultados en materia de equidad y rezago educativos mostraron avances, persistieron carencias en la enseñanza y el aprendizaje, principalmente entre las poblaciones y regiones con altos índices de marginación.
Sobre la matriculación, del ciclo escolar 2012-2013 al ciclo 2020-2021 se inscribieron un total de 230 millones 013 mil 445 educandos en la educación básica, lo que representó una reducción del 5.0 por ciento. De ese total, 196 mil 861 estudiantes estuvieron inscritos en el nivel de educación inicial, de los cuales el 55.2 por ciento se concentró en escuelas del sector privado, mientras que el 44.8 por ciento restante, lo hizo en las del sector público.
Por el contrario, en las escuelas de educación inicial con preescolar, de los 280 mil 953 alumnos matriculados, el 50.7 por ciento correspondió al sector público y el 49.3 por ciento al privado. Asimismo, la eficiencia terminal en la primaria fue del 95.5 por ciento, superior en 10.5 puntos porcentuales respecto del 85.0 por ciento registrado en la secundaria, por el abandono escolar en ese tipo de escuela, ubicadas en entidades federativas con mayor marginación, debido a la carencia de servicios y recursos económicos.
En cuanto a los docentes, el análisis evidenció que aunque el país cuenta con una plantilla docente suficiente para la atención de los educandos y que se corresponde con lo establecido por el Banco Mundial, el incremento de docentes no se focaliza adecuadamente, debido a que en las zonas de alta y muy alta marginación la plantilla es escasa, y la mayoría de los que otorgan sus servicios en esas zonas atienden grupos multigrado, e incluso fungen como directores y docentes, lo que dificulta las técnicas de enseñanza y la calidad de los servicios.
Además, más del 99.0 por ciento de las escuelas a cargo del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) se correspondió con el servicio comunitario, lo que demuestra que además de que la educación impartida es de tipo multigrado, tienen carencias de mobiliario y servicios, lo que en conjunto dificulta el aprendizaje y el desarrollo del educando.
En el periodo 2012-2020, la SEP y el CONAFE no acreditaron la implementación de planes y programas de estudio, lo que impidió conocer la eficacia con la que los entes contribuyen a que los educandos cumplan con los estándares curriculares y los aprendizajes establecidos en los modelos educativos, lo cual repercute en los conocimientos que se les otorgan a los alumnos.
Asimismo, la Auditoria señaló que en cuanto a la calidad del sistema educativo, en primaria y secundaria más de la mitad de los alumnos se ubicaron en el nivel básico de logro educativo, lo que denotó un deficiente rendimiento escolar de los alumnos e importantes carencias en el aprendizaje.
Asimismo, se observó que las condiciones de infraestructura escolar en el nivel básico presentaron carencias significativas, principalmente en las escuelas de tipo indígena y comunitaria, lo que indicó la desigualdad educativa y presupuestaria entre los diversos tipos de escuelas; además, de que la evaluación docente determinó que la mayor parte de ellos demostró una formación profesional elemental y básica.
En el contexto de la pandemia de covid-19, se registró una disminución de las matrículas de educandos y docentes en educación básica de 2020 a 2021, en 2.6 por ciento y en 1.3 por ciento, respectivamente, y se evidenció la brecha de desigualdad educativa y económica existente en el país.
Sin embargo, la auditoría recomendó realizar evaluaciones integrales del conocimiento adquirido por los alumnos mediante la modalidad a distancia, de las acciones implementadas por la SEP para la atención de la emergencia por la covid-19, y establecer metas e indicadores en la materia, a fin de delimitar si esas estrategias presentaron resultados positivos en los alumnos, si se logró fomentar la incorporación de los alumnos que abandonaron sus estudios por la situación, y si el índice de rezago educativo aumentó o se redujo.
“En opinión de la Auditoría Superior de la Federación, aun cuando se han mostrado avances en materia de aplicación de marcos normativos y programas para mejorar los servicios educativos, la regulación del magisterio, la evaluación permanente del Sistema Educativo Nacional (SEN) y aspectos de equidad e inclusión que tienen efectos positivos en los programas y planes de estudio, se comprobó que el SEN debe consolidar una política integral que incremente la calidad educativa, el desempeño y el desarrollo profesional de alumnos y docentes”, indicó.
Por último, señaló que es importante que los gobiernos Federal y Estatales establezcan acciones conjuntas, tanto en el ámbito operativo como presupuestario, para garantizar una educación básica universal y de calidad, a efecto de que los estudiantes cuenten con bases sólidas para continuar con sus estudios en los niveles medio superior y superior y, con ello, mejorar su desempeño laboral.
dmr