Catalina vivió 45 años de manera completamente normal, como madre de dos hijos, esposa y secretaria de profesión, hasta que en 2013 comenzó a sentir malestares estomacales y dolor en diversas partes de su cuerpo.
Pasaron casi cinco años para que pudieran diagnosticar su padecimiento: esclerosis sistémica; una enfermedad autoinmune crónica que provoca que la piel se endurezca y altere los riñones, corazón y aparato digestivo.
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“Es terrible porque físicamente no puedo ya hacer casi nada. Ya no puedo ni siquiera tomar un vaso de agua, ya no puedo aún con las dos manos. Una cuchara pues se me cae en los dedos. Lo más básico, bañarme o cambiarme necesito ayuda”, comentó Catalina Solórzano Bautista.
Ocho años después de sus primeros síntomas, Catalina vive con dolor todos los días, no puede caminar y perdió la vista. La mujer de 53 años ya no puede valerse por sí misma.
Lo que más añora Catalina es ver el rostro de su hija Gema, a quien vio con claridad por última vez antes de perder la vista cuando la pequeña tenía 6 años, ahora Gema es una adolescente de 12 años de edad.
“Es muy triste de que hace 6 años no veo a mi niña, ha crecido muchísimo y no la conozco. La tocó pero no es igual”, expresó Catalina.
Para su hijo Víctor de 28 años, cuidar a su madre ha implicado desgaste emocional, pero también el dejar sus estudios y sueños truncados con el fin de trabajar y solventar los tratamientos de su progenitora.
“Yo solía ir a una universidad de paga, tuve que entrar a trabajar para solventar mi propia universidad, sin embargo, entre solventar la universidad y estar al cuidado de mi madre tuve que salirme de estudiar”, compartió Víctor, hijo de Catalina.
Ahora el joven trabaja en línea y todo lo que gana lo invierte en las medicinas de su madre.
Para su esposo Sergio ver a la mujer que ama sufrir ha sido la prueba más difícil que Dios le ha dado.
“Lo que nos mantiene es la esperanza, la esperanza de que este bien, por lo menos de que este un poco mejor para que pueda desarrollarse ella como madre, como mujer, como esposa”, dijo Sergio Bautista, esposo de Catalina.
Pero la familia no pierde la esperanza de darle mejor calidad de vida a Catalina, para ello necesitan costear medicamentos y tratamientos cuyo costo asciende a los 75 mil pesos por año, ya que al ser una enfermedad autoinmune debe consumirlos de por vida para aliviar el dolor y recuperar un poco la movilidad.
“Necesitamos mucha ayuda, pero fundamentalmente también les pedimos su oración para que esta familia continúe unida porque estas cosas muchas veces destruyen a la familia y me parece importante que en el amor de Dios que profesamos, estamos siguiendo ese camino y hasta donde tope”, culminó Sergio.
Si usted desea ayudar a la familia Bautista Solorzano puede donar en la siguiente cuenta bancaria:
Banamex
Número de cuenta: 8142255294
Clabe interbancaria:
002320701429578310
Esta cuenta está a mi nombre: Víctor Andrés Bautista Solórzano
o a la tarjeta Banamex 5204165480121999
La tarjeta está a nombre de mi papá: Sergio Bautista Dávila
O si desea apoyar de otra manera puede comunicarse con ellos al 33 21 29 30 56.
JMH