“Esto es una protesta económica, no es un bazar ni un tianguis”, es el argumento colectivo de las mujeres que han hecho de la Plaza Río de Janeiro un espacio de resistencia económica laboral y sobriedad compartida que ahora enfrenta un ultimátum por parte de las autoridades de la Alcaldía Cuauhtémoc.
A través de redes sociales, la Alcaldesa Sandra Cuevas advirtió que a consecuencia de las quejas vecinales, a partir de la siguiente semana, los grupos feministas que ocupan la Plaza ya no podrán instalarse para vender, logrando con esto rescatar el derecho que tienen los niños de disfrutar del espacio público.
A dos años de estar establecidas, lo que inició con incertidumbre, miedo y poca participación, a consecuencia de la crisis de desempleo originada en la pandemia por coronavirus, hoy por hoy es una lucha de permanencia y apropiación de la demarcación por tres colectivas feministas organizadas para resistir ante la desigualdad laboral y económica, así como los diferentes tipos de violencia que mujeres de diversas clases sociales de la ciudad de México y el área metropolitana viven en sus entornos de desarrollo.
Por los características y la calidad de los servicios habitacionales y la ubicación privilegiada del Parque Río de Janeiro, sería inimaginable aceptar que en un espacio como ése, mujeres, muchas de ellas no pertenecientes a la clase social que dictamina la zona, se apropiaron de la plaza para la compra - venta de productos, o como formalmente se conoce: realizar comercio informal.
Pero cada fin de semana, y a veces también los jueves y viernes, tres de los cuatro pasillos de la antes llamada Plaza Orizaba o Parque Roma, se llena de mujeres de diversas edades que participan en lo que en sus palabras representa una Protesta Feminista Económica. “Colectiva Zetian”, “Marea Morada” y “Colectiva Onna Bugeisha” son los tres grupos de mujeres organizadas que le dan vida, movimiento y lucha social a la colonia Roma, y que hoy enfrenta su posible fin.
Según las dirigentes de las diferentes colectivas, en la búsqueda por generar fuentes de empleo para las mujeres y por la crisis económica que dejó la pandemia por coronavirus, la Protesta Económica Feminista surgió como un proyecto contra la violencia económica con elementos como la economía circular, solidaria y autogestiva, sin violencia, creando un espacio sororo y seguro para dignificar el camino de las mujeres trabajadoras.
En palabras de las asistentes, son tres o dos días a la semana dedicados a visibilizar la resistencia por el desempleo y la impartición de talleres y actividades de inclusión. “Roma Norte y sus alrededores, están llenas de muchos extranjeros que siento que viven en su burbuja, de no saber nada del feminismo y de juzgar con solo lo que ven en la televisión desde el amarillismo, entonces ese es mi propósito: llevar esa visión feminista a la gente de Roma – Condesa” expresa Allegra diseñadora de modas y líder la colectiva Onna Bugueisha, quien ha vivido sus 26 años en la demarcación.
Antes de medio día las tres colectivas se instalan, el ruido de los stands improvisados con mantas, racks y mesas comienzan el día de venta. Comida, ropa nueva y de segunda mano, calzado, bisutería, accesorios hechos a mano con macramé, productos de cuidado personal naturales y elaborados artesanalmente, lentes de moda, productos para perros y gatos, serigrafías, impresiones, son algunos de los artículos que los mismo vecinos de la colonia o los que van de paso, pueden adquirir a bajo y mediano precio. Cada puesto, acompañado de un letrero con mensajes de resistencia como “Por qué te espantas por las que luchan y no por las que mueren”, contiene el esfuerzo de mujeres trabajadoras y resistentes a la desigualdad laboral.
Victoria García o Esqueleto de Hoja como la conocen sus compañeras, es conocida por ser creadora de arte botánico, es decir, la producción de diversos productos a través de la creatividad orgánica plasmada en diferentes representaciones que puedan usarse en la cotidianidad. Victoria, desde hace poco más de dos años ha participado en la Protesta Económica Feminista viajando cada fin de semana desde el sur de Tlalpan hasta la Roma. Ella pertenece a la colectiva “Marea Morada”, misma que como todas las ocupas, abre su convocatoria de registro y participación vía Instagram.
“Me gusta la colectividad con la que se maneja (la protesta) y la transparencia de esta, me siento segura con las chicas que he conocido, en confianza, incluso de dejar mis cosas y que nadie les hará nada. A mí que como estudiante, no puedo acceder a un trabajo que me permita seguir estudiando y que tenga una buena paga, llegar a la protesta es llegar a un espacio increíble porque más allá de todo, generas lazos fraternales con las chicas”, refiere la artesana y estudiante de pedagogía.
La derrama económica de los negocios y el incremento de los llamados “nómadas digitales” en la colonia Roma, hace que el comercio informal también encuentre una oportunidad para tomar fuerza y posicionamiento rentable y productivo para sus vendedores, para las mujeres emprendedoras de diferentes colectivos feministas.
Lo anterior ha sido una de las constantes problemáticas durante la administración de la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien en su combate contra el ambulantaje, en julio del 2022, decidió mandar a retirar de la Plaza Río de Janeiro a los tres colectivos feministas por el supuesto aumento de denuncias vecinales hacia las mujeres que desde poco antes de la pandemia por covid-19 tienen tomada tres cuartas partes del parque. Por decisión propia y para evitar altercados y cuidar de la integridad de las protestantes, el grupo de mujeres decidió “descansar”, es decir, parar las ventas pero continuar asistiendo a tomar el espacio con letreros y consignas de resistencia. “Tiempo después cuando regresamos, la gente, los vecinos, nos dijeron que se sentían un poco inseguros al pasar y no estar nosotras en el parque” refieren las mujeres.
En recientes declaraciones, la Alcaldesa acusó a los grupos feministas de formar parte de Morena, así mismo dijo estar dispuesta al dialogo y a la reubicación de la mujeres defensoras de la causa feminista. Dijo, les propuso un nuevo reasentamiento detrás de la explanada de la alcaldía Cuauhtémoc, ubicada en la colonia Buenavista. La propuesta fue aceptada solo por tres ocasiones, para después regresar al Parque Río de Janeiro en la colonia Roma, ya que aseguran los colectivos, la posición geográfica de la explanada y el poco flujo de personas, no les dejó la misma cantidad de ingresos económicos en comparación con lo que ganan vendiendo en su punto de reunión original. El alcance viral que tuvieron en redes sociales y algunos medios de comunicación, ayudaron, refieren, a que las autoridades respetaran su proyecto por los siguientes meses.
Dando lugar al segundo encuentro entre ambas partes, el pasado sábado 29 de abril, como parte de las estrategias de reordenamiento en materia de vía pública, la Alcaldesa Sandra Cuevas visitó la Plaza Río de Janeiro, donde insistió que por las supuestas denuncias vecinales y por el exceso de mujeres vendiendo, a partir del siguiente fin de semana, estará prohibido en su totalidad el ocupar ilegalmente el espacio público para el comercio, esto con el propósito de respetar el propósito original de la Plaza, destinada principalmente a la convivencia entre niños y familias.
“Antes de que nosotras llegáramos al parque, este era un sitio inseguro. Cuando en administraciones anteriores se mandaron a quitar a los indigentes de la Glorieta de Insurgentes, todos ellos se pasaron a la Plaza Río de Janeiro y estando ahí acosaban, lo cual siento que cuando llegaron las colectivas a ese mismo lugar, el espacio, por lo menos los fines de semana que es cuando nos ponemos, se torna un espacio seguro para todos. No nos vamos a ir, mi postura es la misma pero más fuerte” señaló Allegra, que como dirigente de una de las colectivas se mantiene firme, sin miedo y asesorada legalmente para mantener su activismo feminista y su lucha por el espacio para la reactivación de la economía y el empleo a mujeres.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021, a nivel nacional, del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 % han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito.
Particularmente, en el ámbito profesional, datos del INEGI arrojan que del total de mujeres que ha tenido un trabajo, 27.9 % ha experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida laboral; 18.1 % experimentó discriminación laboral, 14.4 % vivió situaciones de violencia sexual, 12.2 % recibió violencia psicológica y 1.9 % vivió violencia física.
Por lo anterior en la última década, el país experimenta una oleada feminista de mujeres, muchas de ella coordinadas, decididas a restablecer el pensamiento de libertad y respeto a sus derechos laborales y económicos por la histórica represión, discriminación o limitación de su capacidad de decisión autónoma, ejecutada por el predominante sistema patriarcal mexicano.
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