El 9 de septiembre se celebra el Día Mundial del Vehículo Eléctrico, cuyo propósito es concienciar sobre la transición hacia formas de transporte más sostenibles. En Jalisco, al igual que en el resto del país, esta transición está llena de retos y matices, en particular cuando se evalúa la viabilidad de los vehículos eléctricos en el contexto actual de México.
Para entender mejor esta situación, Graciela Domínguez López, coordinadora de Sostenibilidad de la Universidad de Guadalajara, habla en entrevista sobre el presente y el futuro de los vehículos eléctricos. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a escala nacional, el parque vehicular de México incluye alrededor de 39 mil 214 vehículos 100 por ciento eléctricos, desde 2016; mientras que los híbridos, que combinan motor de gasolina y eléctrico, alcanzan los 295 mil 122.
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Estas cifras, asegura la especialista, aunque muestran un incremento representan apenas un 2 por ciento del total de ventas de vehículos en el país en el último año.
“La mayoría del parque vehicular en México sigue siendo de gasolina, pero ha habido un avance significativo en los eléctricos e híbridos desde 2016 hasta 2024”, dijo.
En Jalisco, la situación es similar; el estado se encuentra entre los cuatro con mayor concentración de vehículos eléctricos, junto con Ciudad de México, Estado de México y Nuevo León. Sin embargo, el crecimiento de los vehículos eléctricos no es tan acelerado como podría esperarse, debido a factores como la infraestructura de carga insuficiente, los altos costos de adquisición y las limitaciones de autonomía.
¿Cuáles son los obstáculos para los autos electricos en Jalisco?
Uno de los principales obstáculos para la adopción masiva de vehículos eléctricos en Jalisco y en el país es la falta de infraestructura de carga adecuada.
Domínguez ilustra este punto mencionando la experiencia de la Universidad de Guadalajara, que en 2017 introdujo 28 vehículos eléctricos en su flota. A pesar de los beneficios económicos y ambientales, la falta de puntos de carga fuera del Área Metropolitana limita severamente su uso.
“No llegamos muy lejos… porque no encuentras manera de cargar en la carretera. Por ejemplo, si vamos a Ciudad Guzmán, de aquí a Ciudad Guzmán llega el carro, pero ya cómo se regresa porque en Ciudad Guzmán no hay cargadores”, explica.
Este problema se agrava al considerar la falta de regulación para la venta de electricidad como combustible. Muchos de los cargadores públicos disponibles son gratuitos, operados por instituciones, agencias automotrices o centros comerciales, pero no existe un marco regulatorio que permita cobrar por este servicio de manera estandarizada.
“Nadie va a poner más [cargadores] porque no está regulada la compraventa de energía para cargar vehículos”, comenta la especialista.
Otro aspecto que frena la adopción de los vehículos eléctricos es su alto costo inicial, comparado con los vehículos de gasolina. Aunque los eléctricos ofrecen un ahorro significativo en combustible —alrededor del 90 por ciento— el precio de entrada sigue siendo un impedimento para muchos.
“La batería te cuesta prácticamente el 60 por ciento del valor del vehículo nuevo”, menciona Graciela, lo que también plantea problemas de sustentabilidad a largo plazo, especialmente cuando se considera el eventual desecho de estas baterías, que puede ser un foco importante de contaminación.
Los vehículos híbridos, aunque también más caros que los convencionales, presentan una opción más viable para el contexto actual de Jalisco y México.
“Un vehículo híbrido te reduce más o menos un 40 por ciento los costos de gasolina y puedes cargar en cualquier lugar sin necesidad de enchufarte a la corriente”, añade.
¿Es viable un futuro 100 por ciento eléctrico?
La especialista subraya que, aunque los autos eléctricos parecen ser una solución para ciudades con alta contaminación, la infraestructura actual de la red eléctrica del país no está preparada para un aumento en su número.
“Si en realidad nuestra flotilla vehicular también tuviera un gran porcentaje de vehículos eléctricos, creo que en este momento en México sería complicado hacer frente a esa situación”, señala.
Dado el panorama actual, la académica ve a los vehículos híbridos como la mejor opción de transición para Jalisco. Estos vehículos combinan lo mejor de ambos mundos: una reducción considerable en costos de combustible y la posibilidad de seguir utilizando la infraestructura de carga existente.
Además, los híbridos no dependen completamente de la red de suministro eléctrico del país, que, como se ha mencionado, no está preparada para un cambio masivo hacia vehículos 100 por ciento eléctricos. En última instancia, la solución a los problemas de movilidad y contaminación en Jalisco y en México no pasa únicamente por el cambio de vehículos de gasolina a eléctricos o híbridos.
La experta enfatiza que “la verdadera opción para tener menos contaminación sería reducir el uso de los vehículos”, mejorando el transporte público y reduciendo la dependencia del automóvil particular. Esta es una solución que no solo aborda la cuestión ambiental, sino también la del tráfico y la calidad de vida urbana.
MC