En Jalisco, 72 por ciento de las mujeres que son económicamente activas son subordinadas, apenas el 28 por ciento se encuentra en una posición de dirección, de acuerdo con la directora general del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), Blanca Noelia Caro Chaparro, quien reconoció que el sector empresarial tiene una deuda muy importante en equidad de género.
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“Las empresas que nosotros representamos sí traemos un compromiso con el tema de la igualdad de género y tenemos muy identificado cuáles son los problemas que tenemos que trabajar, el tema de la brecha salarial y el tema de empezar a tratar los asuntos de acoso y violencia entre los espacios de trabajo y también esta parte de cómo empoderamos a las mujeres y cómo hacemos que este 72 por ciento que son subordinadas se convierten en las próximas directivas de la empresa”, señaló.
Agregó que desde el CCIJ han adoptado el compromiso de que este panorama cambie en los 22 organismos empresariales que lo conforman.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Jalisco hay un millón 525 mil 920 mujeres ocupadas en actividades económicas, de las cuales 3.9 por ciento labora en el sector agropecuario, 19 por ciento en industria y construcción, y 78 por ciento en comercio y servicios.
Este año no hubo ausencias significativas de mujeres que integran el CCIJ el pasado 9 de marzo, día en el que se convocó al paro nacional Un Día sin Nosotras, como ocurrió en 2020.
Caro Chaparro señaló que esta vez “no tuvimos la solicitud de ninguna y en la parte empresarial, siempre lo que más nos preocupa son las líneas de producción que es donde realmente sí nos puede generar una afectación grave, pero al menos en el sector de tequila, alimentos, joyería, muebles, no se reportaron ausencias, hicieron un sondeo y ninguna empresa nos pasó que tuvieran un problema significativo”.
Aseguró que el organismo siempre ha estado abierto a dar las facilidades para que quien quisiera participar en el paro pudiera hacerlo sin represalias, pero esta edición no tuvo el mismo impacto que hace dos años, cuando tuvo una afectación económica de 37 mil millones de pesos en el país. Debido a que la mayoría de las mujeres son subordinadas, la ausencia en las empresas hubiera representado una pérdida importante.
Las jaliscienses representan 6.8 por ciento del total de mujeres ocupadas en actividades económicas en México, y el estado ocupa el tercer lugar con mayor número de trabajadoras. La tasa de desempleo de las mujeres en Jalisco es de 3 por ciento, mientras que a nivel nacional es de 3.8 por ciento. En la informalidad, trabajan 48 por ciento de las mujeres ocupadas, que en el país es de 56.2 por ciento.
Faltan acciones
La directora general de Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Jalisco, Virginia Romero Flores, consideró que sumarse al paro del 9 de marzo promueve la reflexión en la desigualdad de género, sin embargo, es indispensable que se tomen acciones para cerrar la brecha salarial y laboral.
Puntualizó que las mujeres representan 39 por ciento de la fuerza laboral en el país y perciben un salario menor, a pesar de que realizan las mismas actividades que sus pares hombres: “Por cada 100 pesos que recibe un hombre por un trabajo remunerado, las mujeres recibimos 73 pesos, pero si hacemos un zoom más en los datos de formalidad, la brecha salarial en empleos formales remunerados es de 14 por ciento, pero si nosotros hacemos todavía un siguiente corte y nos fijamos en informalidad el dato es devastador, porque la informalidad de la brecha salarial entre hombres y mujeres es 43 por ciento”.
Romero Flores agregó que solamente cuatro de cada diez mujeres están en edad tener un trabajo remunerado lo consigue, y cuando se habla del mismo contexto, pero de hombres son ocho de cada diez.
Las mujeres que trabajan en la informalidad también se enfrentan a la falta de prestaciones, acceso a la seguridad social y una serie de factores que no permiten que se puedan incluir en la formalidad, por lo que son ellas, comparado con los hombres, las que trabajan más en la informalidad.
“Necesitamos políticas de reclutamiento de contratación que permitan con perspectiva de género en la contratación y reclutamiento, políticas para que las mujeres tengan igualdad de oportunidades dentro de las empresas, también esta claridad en temas de prevención y sensibilización, desarrollo de protocolos para prevención de la violencia y acoso dentro de las empresas y un programa que es bien importante, para que puedan estar en empleos remunerados”, dijo.
A nivel nacional, precisó, solo 7 por ciento de las mujeres afiliadas a la Coparmex están en posiciones de liderazgo, por lo que consideró que es un reto incentivar, de la mano del gobierno, la formación de mujeres emprendedoras ante la baja participación en la toma de decisiones.
Por su parte, la abogada y activista Alejandra Cartagena López consideró que “no basta con la solidaridad de los empresarios, de los jefes que tengamos en diferentes espacios, sino que es necesario que se comience a pensar en acciones de prevención de la violencia, del acoso, del hostigamiento laboral, además de entender de manera diferenciada las necesidades que tenemos algunas mujeres, respecto al cuidado de nuestros hijos e hijas, de nuestros padres y madres”.
La también académica del ITESO mencionó que si bien es cierto que se ha avanzado y dejado evidente que el rol de los cuidados no debe estar ligado únicamente a las mujeres todavía existe esa carga, por lo que son necesarias otras formas y horarios que deben implementarse en los trabajos.
“Hace dos años lo que veíamos es que las operaciones comerciales de la economía de todo un país, incluso en las no remuneradas, nos hablaban de pérdidas de más de 40 millones de pesos o sea sin las mujeres no estamos presentes nuestro país sin duda alguna no va avanzar”, dijo sobre el paro realizado en 2020.
Cartagena López recalcó que es importante que siga esta iniciativa cada año para incidir en acciones que realmente garanticen a las mujeres espacios laborales libres de acoso y violencia, pero también causar un efecto positivo y más mujeres se unan al paro.
En el caso de las universidades públicas y privadas de la entidad, las estudiantes, profesoras, trabajadoras administrativas y directivas de la Universidad de Guadalajara pararon labores este 9 de marzo para exigir sus derechos.
La casa de estudios refirió a través de un comunicado que continuarán en la ruta de acciones concretas que permitan prevenir, atender, sancionar y erradicar las violencias de género en la comunidad universitaria. Mientras que la Universidad Jesuita de Guadalajara también se unió al paro nacional para reivindicar estas demandas y reflexionar sobre cómo solucionarlas.
SRN