Mayores de 30 años, más proclives al desempleo en Jalisco

El aumento de escolaridad en los más jóvenes y los bajos sueldos que aceptan dificulta que, quienes llegan a más de tres décadas de vida, conserven su trabajo

Este 11 de julio se conmemora el Día Mundial de la Población (Fernando Carranza)
Teresa Sánchez Vilches
Guadalajara /

La mayoría de las personas que viven en Jalisco tienen entre 30 y 64 años de edad, alrededor del 40.3 por ciento de la población total. Este grupo etario es también el más golpeado por la situación económica actual, que lo encamina cada vez más hacia el desempleo.

Este sábado 11 de julio se conmemora el Día Mundial de la Población y, en tiempos de coronavirus e, incluso, para cuando esta se desvanezca, es evidente que el panorama es sombrío para los moradores de Jalisco, de México y del mundo en general.

Pero al referirse a la tercera entidad más poblada del país, que ronda los 8.5 millones de residentes, Luis Ignacio Román Morales, doctor en Estructuras Productivas por la Universidad París, explica que existe un deterioro progresivo entre las posibilidades de empleo de gente relativamente joven, es decir, desde que transitan la tercera década de vida.

Lo anterior tiene que ver con que la población de menor edad está cada vez más escolarizada y los que ya no son tan jóvenes ni tan “estudiados”, pero sí ostentan la experiencia que han adquirido con años de trabajo, cobran más que quienes dominan los conocimientos actuales, aunque “carezcan de experiencia”: “En términos de mercado qué hacen. Pues sustituyen el trabajo de los de mayor edad, que sale más caro, por el trabajo de los de menor edad. Además, eso se puede vender de manera muy interesante: ‘Estamos generando empleo para nuestros jóvenes’, desplazando a los padres y madres de familia que ya no son tan jóvenes. Esto plantea una tensión brutal y es que en los hogares se tienda cada vez más a depender del ingreso de los más jóvenes y menos del ingreso de los de mayor edad lo cual, aún en términos de psicología social, implica un proceso de deterioro emocional de frustración terrible”.

En Jalisco vive aproximadamente el 0.1 por ciento de los habitantes de todo el planeta. De acuerdo con los Resultados de las Proyecciones de la Población de México y las Entidades Federativas 2016-2050, del Consejo Nacional de Población, se espera que para 2030 Jalisco tenga 9 millones 103 mil 763 habitantes y que para 2050 haya alcanzado los 9 millones 740 mil 860. De esta manera, dentro los siguientes 30 años, la población de la entidad habrá crecido, en promedio, un 18.2 por ciento, en general: 17.5 por ciento en hombres y 18.9 en mujeres. Actualmente, 50.7 por ciento son mujeres y 49.3 hombres.


Para conseguir el bienestar de los jaliscienses, de acuerdo con el también licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de México (UNAM), las prioridades tanto en la planeación de políticas públicas como en los integrantes de la sociedad, tienen que girar alrededor de tres ejes: el primero es la sustentabilidad ambiental a favor de aquellos que no pueden defenderse, es decir, los que aún no han nacido. Pensar en aquellos que vienen después, dijo el estudioso, es la única manera de tener futuro para un lugar.

La segunda necesidad tiene que ver con la equidad social y la reducción de la polarización: lo que está relacionado con empleo y con todo tipo de fuentes de ingresos no laborales, como transferencias de recursos, por ejemplo.

El tercer punto fundamental para que esta comunidad se vea beneficiada es la integración cultural. Es importante, insistió, la convivencia entre todos los sectores sociales.

En los datos más recientes, de enero de 2020, proporcionados por el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco, se calcula que al final de este año nacerán 141 mil 90 jaliscienses, y que alrededor de 9 mil 707 personas se perderán a causa de la migración.


Pésima urbanización influye en calidad de vida en Jalisco

Uno de los aspectos que genera una mala calidad de vida en un sector muy grande la población jalisciense es la urbanización a la que, el también académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), calificó como pésima: “Lo que se hizo durante décadas, esto de buscar los terrenos más baratos cada vez más alejados para mandar ahí a la gente con menor poder de compra y que, además, luego se le hace vivir a un costo mucho más elevado porque hay que tomar dos o tres camiones para llegar a las zonas donde hay chamba, a las zonas donde hay escuela, a las zonas donde hay comercio y a las zonas donde hay centros de salud, es verdaderamente aberrante”.

El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), dijo que lo que se requiere, sobre todo en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), es un modelo de urbanización que permita tránsito no motorizado y que promueva la combinación del lugar de trabajo, con el lugar de vida, con el lugar escuela. Es decir, que no haya divisiones entre zonas residenciales, de trabajo y comerciales, sino que se genere un proceso de convivencia mayor y cotidiano: “Para esto se requeriría un crecimiento vertical, pero no vertical de torre, sino vertical moderado que fuese accesible para una parte realmente creciente de la población. En Europa las ciudades se basan en edificios de entre cuatro y ocho pisos, no torres de 40. Sino pequeños edificios que permitan la convivencia y el aprovechamiento pleno de la infraestructura. Se requiere otro tipo de urbanización que no esté en función, de nuevo, de los grandes intereses inmobiliarios. Lo mismo ocurre con el transporte”.

Las proyecciones indican que al terminar 2020 habrá alrededor de 82 mil habitantes más en tierras jaliscienses. En 2010, el promedio de hijos que tenía una mujer era de 2.5, hoy es menor: 2.05. La esperanza de vida en las mujeres es de 78.61 años, los hombres 72.47 y, en general, de 75.5.


Una casa para todos

El camino para mejorar la vida es generar condiciones para poder vivir todos en la misma casa. En este tenor la casa es Jalisco.

Ignacio Román insistió en que se necesita propiciar un entorno en el que se puedan resolver las disputas, entre los diversos y distintos sectores sociales, juntos y en paz: “Si estamos en una casa como ésta, Jalisco, en donde una persona es dueña de la mitad de todo lo que hay en la casa, y uno o dos ahí la van llevando, y cinco están en una situación miserable, cómo podemos decir que vivimos en la misma casa. Creo que la única estrategia posible es que generemos la condición de vivir en la misma casa. 

Continúa: "Pero, esto implicaría, de entrada, una política fiscal significativamente distinta. Una política de transparencia de información, significativamente distinta, no solamente que el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) nos diga cuáles son los ingresos y gastos de los hogares, sino un sistema de administración tributaria que nos diga cómo está concentrada también la captación de ingresos y el capital por persona. Eso es transparencia, no solamente saber cuánto gana el gobernador o el presidente de la República, sino saber cómo se está concentrado el poder de este país. Entonces sí, teniendo la información, podemos saber claramente qué podemos hacer y hasta dónde, para generar condiciones dignas para todos”.

La expectativa poblacional a corto plazo, sobre todo en materia económica, es mala. A mediano plazo, entre uno y cinco años, explica Román, es incierta: “Depende de las estrategias que se hagan, que pueden llevar a dos tipos de situaciones: un crecimiento más rápido, pero más polarizado, con peor distribución del ingreso, que es la tendencia que hemos tenido. O bien, una tendencia a un crecimiento que posiblemente sea menos rápido, pero más sólido. El éxito no es solamente cuánto crecemos, cuánto exportamos, cuánto llega de inversión extranjera directa, cuánto se capta en la banca. El éxito, justo para el Día Mundial de la Población, tendría que ser en términos de condiciones de cohesión social para la población. En términos de que podamos vivir juntos y esto no necesariamente se resuelve, de manera positiva, dando apoyo a las empresas o corporativos más fuertes”.


Población y fecundidad en el mundo según la ONU

De acuerdo con los datos difundidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2011, la población mundial llegó a 7 mil millones de personas. Se calcula que llegue a más de 8 mil 500 millones para 2030, 9 mil 700 millones en 2050 y 10 mil 900 millones en 2100.

Lo anterior tiene que ver con que son más las personas en todo el globo terráqueo que llegan a la edad reproductiva, que ha ido acompañado de cambios en tasas de fecundidad, aumento de urbanización y aceleración de la migración.

A principios del decenio de los 70, cada mujer tenía, en promedio, 4.5 hijos; en 2015, la fecundidad mundial cayó a 2.5 hijos por mujer. Además, la vida media de una persona subió de 64.6 años, en 1990, a 72. 6 años, en 2019.

En 2007 fue la primera vez que vivieron más personas en zonas urbanas que en zonas rurales y, en 2050, alrededor del 66 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades.

SRN

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