Alrededor de 500 personas miembros de la comunidad sorda en Jalisco tomaron las calles de Guadalajara este sábado para hacerse visibles en la edición once de esta marcha que se lleva a cabo a nivel internacional, en la conmemoración del Día Internacional de las Personas Sordas, que se celebra cada 30 de septiembre.
Vestidos de blanco y con cartulinas en mano que les dieron identidad y en la que plasmaron algunas de sus demandas, el contingente integrado por niños y adultos salió de avenida Chapultepec hacia Plaza de la Liberación, en el centro tapatío. La intención además de demostrar que existen y cohabitan la misma ciudad que el resto de los tapatíos, fue también promover respeto hacia la lengua de señas mexicana, reconocida como lengua nacional en 2005.
“Esta marcha número once en específico es para compartir con la sociedad lo que somos como comunidad, nuestro idioma la lengua de señas mexicana, y también esta necesidad que sigue latente y no dejar de lado que tenemos ahorita una queja, que estamos esperando la resolución, y que las autoridades asuman los tratados internacionales que México ha firmado y que son vinculantes”, dijo Rodolfo Torres.
Jalisco es de los estados más activos en trabajar en visibilizar a las personas sordas.
Falta inclusión
A Jalisco le falta mucho en inclusión para las personas sordas, una comunidad de 80 mil habitantes que para muchos parecen no existir, y que requieren además de ser reconocidos, que se les garanticen sus derechos como ciudadanos.
Uno de los más sensatos y que parece lejano que el Estado brinde adecuadamente, es al de la educación, por lo que el año pasado asociaciones levantaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) contra la Secretaría de Educación en la entidad (SEJ), con la intención de que se pueda implementar el método de estudio bilingüe bicultural, es decir que los niños sordos puedan estudiar en aulas regulares inclusivas en las que ellos y pequeños normoyentes puedan convivir juntos.
“Las personas sordas han sido atendidas en centros de atención múltiple o en unidades especiales de educación para escuelas regulares, donde los niños no han tenido una atención plena. Incluso profesores en estos lugares no saben lengua de señas, entonces tenemos niños que solo están yendo a la escuela ocupando un lugar pero sin un proceso de aprendizaje”, detalló Rodolfo Torres, hijo de padres sordos y miembro de Educación Incluyente A.C.
Pasaron más de quince meses desde que la queja se levantó sin que las asociaciones tuvieran respuesta, hace poco que la CEDHJ les informó que antes de que termine octubre emitirán una recomendación a la SEJ para que pueda implementarse esta metodología “y los niños sordos, tengan una educación de calidad”, añadió Rodolfo.
Recordó que en julio del año pasado se realizaron reformas a la Ley General para la Inclusión de Personas con Discapacidad y a la Ley Estatal de Educación, para ofrecer a los niños sordos garantía de que puedan aprender con un intérprete y equipo multidisciplinario. Sin embargo, considera, al Estado le ha faltado información para dejar de entender a las personas sordas desde una conceptualización médica, o considerarlos personas cuya condición es un problema y que deben esforzarse para encajar en el espacio público.
Por eso piden se fortalezca el enfoque de los derechos humanos y el enfoque social donde a los sordos se les respete su idioma, su cultura y su identidad.
Y que “se nos permita a la sociedad civil organizada participar en la toma de decisiones (…) no se puede generar política pública sobre las personas con discapacidad sin primer consultar qué es lo que se necesita y cómo hacerlo”.
MC