Las variantes covid-19 de preocupación que circulan predominantemente en México, con un 70 por ciento de prevalencia, son Gamma (linaje P.1, P.1.1 y P.1.2 conocida también como brasileña), Delta (detectada en la India B1.617.2), y Alpha (B.1.1.7, detectada en el Reino Unido), informó Ernesto Ramírez González, titular de la Unidad de Desarrollo Tecnológico e Investigación Molecular del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE).
Además, adelantó que estudios preliminares de eficacia de vacunas reportan 134 casos de pacientes jóvenes que se contagiaron luego de recibir alguna dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, “posiblemente porque es la que más se ha aplicado”, aclaró.
En México hay 3 mil 758 casos confirmados con las variantes de preocupación, que debido a su mayor transmisibilidad pueden tener un cambio perjudicial en la epidemiología, incluso de una mayor virulencia, pero hasta el momento no se ha comprobado.
Delta se observa mayormente en la Ciudad de México, Estado de México, Baja California Sur y Sinaloa; mientras que Gamma predomina en Yucatán y Quintana Roo; y en Tamaulipas, aunque hacen falta datos suficientes, existe en mayoría la presencia de y Alpha y Gamma, explicó Ramírez González.
Se han detectado que Delta y Gamma afectan más a menores de 30 años y las otras variantes a jóvenes de 30 a 40 años, posiblemente porque no han sido vacunados. Por género, 6 mil 842 son mujeres, 7 mil 487 hombres y de mil 97 casos se desconoce su identidad.
En el seminario “Variantes covid-19 ¿Cuántas hay, dónde surgieron y qué sabemos de ellas?“, organizado por Instituto Nacional de Salud Pública, Ramírez González reconoció que estas variantes ya sustituyeron a la B.1.1.519, que circulaba en el país pero nunca fue clasificada como de alta preocupación ni tampoco de interés por la Organización Mundial de la Salud (OMS); y que más del 70 por ciento de las muestras caracterizadas México corresponden a variantes de preocupación, así como de interés.
“Empezamos a ver un desplazamiento de la variante B.1.1.519, desde el 13 de abril en todo el país, por las variantes de preocupación y de interés. Antes, desde inicio ocupaba el 31 por ciento de las muestras y ahora Gamma ocupa el 23, Alpha el 19 y Delta el 11 por ciento. El resto es cinco por ciento de Beta y otras de preocupación”, dijo recordando que este el reporte del InDRE abarca de enero hasta el 12 de julio.
Considerando las 15 mil 550 secuencias reportadas el GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data) por la red nacional de laboratorios de genómica, se destaca que al semáforo de riesgo epidemiológico está relacionado con las entidades donde circulan y predominan más las variantes, aunque no aclaró que éstas hayan detonado la tercera ola.
En la Ciudad de México circulan tres de las cuatro variantes de gravedad: 381 de Delta; 258 de Alpha; 190 de Gamma. “Aquí estamos observando que B.1.1.519, disminuyó su prevalencia en un 21 por ciento hasta la semana número 22, en tanto se detectó un incremento de la variante Delta en un 31 por ciento, seguida de Gamma con un 20 por ciento, y Alpha con un 17 por ciento. En la semana 24, con 125 secuencias, su observa un aumento considerable de la variante Delta con el 73 por ciento”, dijo.
Luego de aclarar que la capital del país es la que más secuencia con respecto a otras entidades, Ramírez González explicó que en el Estado de México circulan las 4 variantes: 164 de Alpha; 96 de Delta; 72 de Gamma y uno de Beta (B.1.351, que se detectó por primera vez en Sudáfrica).
Las variantes tienen mayor predominio en ciertas localidades, por ejemplo, en Nuevo León, 85 son de Alpha; 2 de Beta; 35 de Gamma y 2 de Delta. En Quintana Roo, 237 son de Gamma, 86 de Alpha y 10 de Delta; en Sinaloa 58 son de Alpha, 38 de Delta y 29 de Gamma.
En Baja California Sur predomina Delta con 45 casos, con 31 casos la Gamma y cinco de la Alpha. En el caso de Chihuahua, detalló, los especialistas han detectado 129 casos de Alpha y solamente cuatro de Gamma.
En Quintana Roo hay 237 casos de Gamma, 86 de Alpha y 10 de Delta; Tabasco tiene 70 casos de Gamma; 69 de Alpha; una de Delta y una de Beta; en Sinaloa 58 de Alpha; 38 de Delta y 29 de Gamma. En Tamaulipas 78 de Alpha, 70 de Gamma, una de Beta y una de Delta. Llama la atención Yucatan, con 433 de Gama, 110 de Alpha y ocho de Delta.
Existe, explicó una variante de interés denominada Lambda C.37 se ha presentado en Querétaro con 33 casos, y en Tabasco, con 44. Se trata del linaje, que circula en Perú y Chile. Mientras que la B.1.621, de Colombia, también de interés, se ha detectado en las últimas semanas en la Ciudad de México.
En Campeche, por ejemplo, en una semana hubo siete muestras positivas a Gamma, por lo que es importante seguir aportando información, Hidalgo tiene una de cada variante. A la vez, en algunos estados hay muy pocas muestras epidemiológicas para hacer este análisis a robusto.
Sobre las vacunas, dijo que se han analizado 250 muestras de pacientes vacunados y se les ha hecho la caracterización genética. “Son datos preliminares y lo que hemos observado que con la vacuna Pfizer 135 pacientes fueron positivos, a pesar de tener alguna de las dosis. Hace 15 días obtuvimos estos datos donde detectamos presencia de la variante Alpha y en la siguiente actualización vamos a ver cómo se está comportando la variante Delta. Seguramente hay más en Pfizer porque es la vacuna que más se aplicado en el país, y de ahí que haya un mayor número de pacientes positivos pos vacunados con alguna de las variantes”, apuntó.
“En cuanto al rango de edad, observamos que los pacientes menores de 40 años están presentando estas variantes positivas luego de haberse inmunizados. Este es un primer esbozo. Ahora, en la vacuna SinoVac sólo hemos encontrado cerca de 25 casos post-vacunales, expositivos en mayores de 60 años”, comentó.
En el seminario estuvieron presentes Juan Ángel Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y Justin Lee, genetista secuenciador de laboratorio de los CDC de Estados Unidos, quien informó que la variante predominante, hasta ahora, es Delta y que es necesario que todos los países tengan un proceso robusto de secuenciación para determinar las acciones de política sanitaria aplicar respecto a las vacunas.
Se trata, subrayó, de hacer un análisis para determinar si los esfuerzos realizados con las actuales vacunas no se pueden “echar para atrás” y si realmente se necesita cambiar la estrategia.
LP