Los negocios de Nuevo León enfrentan un nuevo reto, se trata del nuevo esquema de tarifas de descarga para usuarios de la red de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADAM) que entrará en vigor el próximo 25 de noviembre, este tendrá implicaciones económicas y técnicas.
Horacio Martínez, director del Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León (IPA-Caintra), dijo que como industria están conscientes del problema del agua, por ello es importante estar al tanto de lo que será este nuevo esquema tarifario para descargas (grasas, aceites y sólidos suspendidos) para que las empresas pongan más cuidado en la calidad de sus descargas.
“A partir del 25 de noviembre para todos los usuarios industrial y comercial habrá nuevas tarifas para quienes realicen descargas contaminantes. Son varias tablas de tarifas escalonados dependiendo material y sería difícil determinarlo porque depende de cada negocio”, indicó.
Por su parte, Caintra consideró en un comunicado que es necesario incrementar el número de usuarios del sistema de agua tratada, facilitando el acceso a la red de aguas residuales tratadas que hoy cubre en el estado 307 kilómetros (red morada).
Sostuvo que la crisis hídrica que afecta a Nuevo León desde hace más de un año los impulsa a llevar a cabo más y mejores esfuerzos para aprovechar de forma responsable un recurso tan valioso como lo es el agua y de esta manera alcanzar una sostenibilidad hídrica en el estado.
Industria y autoridades trabajan de la mano para controlar descargas
Actualmente Nuevo León cuenta con una capacidad instalada para tratar más de 16 mil litros de agua residual por segundo, utilizándose 10 mil 900 litros por segundo, de los cuales la agricultura emplea 7,300 litros p/s y la industria mil 100 litros p/s; quedando un remanente de dos mil 500 litros p/s.
De manera organizada, la industria y las autoridades gubernamentales han elaborado y trabajado en acciones para incentivar el control adecuado de las descargas de los usuarios en concordancia con lo establecido en las normas oficiales, facilitando su tratamiento por parte de Agua y Drenaje; reduciendo costos generales al evitar posibles daños en las plantas tratadoras que se encargan de procesar estas corrientes una vez que son descargadas por los usuarios de la red de drenaje del estado.
La agrupación empresarial consideró un mejor control de las descargas residuales por parte de los usuarios permitirá que Agua y Drenaje pueda retornar a la red agua tratada de mayor calidad, generando ahorros que a su vez posibilitarán llevar a cabo proyectos estratégicos necesarios que coadyuven a la circularidad de este importante recurso.
“Sabemos que es un reto complejo que requiere de innovación, inversiones, tecnología y capacitación constante; pero Nuevo León merece el esfuerzo de todos, solo así podremos migrar a una cultura responsable de descargas hídricas”, agregó Caintra.
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