Acerca de la construcción de la Presa el Zapotillo y el debate respecto a si la cortina tendrá una altura de 80 o 105 metros la inundación de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, José Arturo Gleason Espíndola, especialista en temas referentes al agua, explicó que existen otras opciones.
“Aquí el tema científico grave que nosotros estamos viendo, no sólo es la presa como bien se dijo, no es la altura y que si va la presa o no va, hay que deslindarse de ese debate, el modelo y las formas en las que estamos haciendo las cosas es lo que está mal”.
Toda el Área Metropolitana de Guadalajara genera más de 15 metros cúbicos por segundo de agua de lluvia de los cuales, el 60 por ciento se va al drenaje, es decir, 7 u 8 metros, cuando la presa nos estaría dando sólo tres.
La estrategia más acertada, según experto, sería apostar a un programa de captación de lluvias en casas, a nivel ciudad y con tanques que estarían captando entre 5 y 6 metros cúbicos por segundo de agua, casi el doble de la presa y esto sin contar el agua de las inundaciones.
“Si nosotros como ciudadanos nos propusiésemos, desde los personal, a que cada casa pudiera captar con cubetas o con tanques, imaginen el impacto que causaríamos”, indicó.
Dentro de esta explicación que Gleason Espíndola compartió con MILENIO JALISCO, expuso que frente a estos números, todos los pueblos que están siendo afectados, tienen todo el derecho a oponerse porque son 3 metros cúbicos de agua por segundo contra 6 o7 que pudiéramos retener aquí.
Es por eso que ha mostrado su apoyo al movimiento y pretende que sea la razón la que se imponga y sobre todo la justicia.
En época de lluvias, Guadalajara genera 9 metros cúbicos al año, pero no se logra captar en su totalidad ya que, prácticamente, un 60 por ciento se va por el drenaje en un escenario de urbanización, siendo casi 6 metros cúbicos lo que se desperdicia, con un programa de captación de lluvia, estaríamos recuperando entre 3 y 4 metros cúbicos, justo lo que pretenden obtener con la presa.
Esto es referente sólo al agua de lluvia pero, como comentó, Gleason Espíndola, sumando todas las variables se lograría captar una mayor cantidad de agua y primero habría que resolver o voltear a ver ese detalle.
“El debate no está en la presa, sino en las formas, otro problema grave es que no hay sistemas de medición de ingreso de agua, escurrimiento e infiltración, no existe, y cómo repartes la herencia sin saber cuánto hay, es ilógico; no se vale tomar decisiones y cometer atropellos con base al desorden”, aseveró.
La coyuntura triste y dolorosa, en palabras del especialista, es que mientras más tiempo se invierta en estos debates estériles, se va la oportunidad de montar sistemas de medición para saber cuánta agua hay y agregó: “Midamos y veremos quién tiene la razón y quién la tenga, que sea por bien de todos, no por querer ganar un debate, sino verificar para que la toma de decisiones sea con fundamento científico y sea justa”.
SRN